UPA-COAG destaca los beneficios de la quema de rastrojos para controlar plagas y malas hierbas

La Alianza reclama al Gobierno regional que recurra el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y defienda “como se merece” a un sector económico “estratégico y clave” en Castilla y León como es el agrario

 La Alianza exige que se permita la quema de rastrojos por motivos fitosanitarios
La Alianza exige que se permita la quema de rastrojos por motivos fitosanitarios

La Alianza UPA-COAG advierte que la quema de rastrojos es una herramienta “muy útil” para controlar plagas, enfermedades y malas hierbas tan resistentes e invasivas que afectan a Castilla y León, y una alternativa “más sostenible” que la aplicación de productos químicos.

Consideran “muy negativa” la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León que anula la autorización de la quema de rastrojos en Castilla y León “por carecer de justificación ambiental y fitosanitaria”. Además, reclaman al Gobierno regional que recurra el fallo del Tribunal y defienda “como se merece” a un sector económico “estratégico y clave” en Castilla y León como es el agrario.

La Alianza asegura que es “sorprendente” que Ecologistas en Acción haya basado su argumentación ante el Tribunal en que “no consta en el expediente ningún dato o informe que justificara la necesidad de dictar dicha resolución como medida fitosanitaria de control de plagas, ni que existieran plagas en la Comunidad y que, de existir, la quema de rastrojos no era el medio adecuado y necesario para combatirlas”. Añaden que no han aportado “absolutamente nada con base científica, que justifique los efectos tan nocivos de la quema de rastrojos en el campo, ni que tampoco indiquen ninguna alternativa viable para sustituir dicha práctica”.

Recuerdan que la autorización no es indiscriminada sino previamente autorizada con todas las garantías de precaución y seguridad. Prueba de ello es que en el año 2016, sobre el que hace mención la sentencia de las últimas horas donde se declara nula de pleno derecho la Orden AYG/887/2016 de 17 de octubre, y que autorizaba como medida fitosanitaria la quema de rastrojos de cereales en Castilla y León, no hubo incendio alguno en masas forestales anexas a los terrenos sobre los que se actuó.

En Castilla y León la proliferación de plagas en la última década en forma de topillos, nefasia o tronchaespigas, o malas hierbas como el bromo, u hongos como la roya, es “un hecho constatable”. También afirman que algunos casos son de muy difícil control por productos químicos, que por otra parte también son ferozmente cuestionados por los grupos ecologistas. Por ello “resulta necesario disponer de herramientas viables para luchar contra estas incidencias; una de dichas herramientas es la quema de rastrojos, que además es perfectamente compatible con las buenas prácticas agronómicas en circunstancias excepcionales”.

La Alianza UPA-COAG recuerda que si no se permite la quema de rastrojos, “parte de la superficie quedará abandonada en breve por la falta de rentabilidad económica, y eso sí será un riesgo serio de que suframos más incendios por abandono de cultivos y del medio rural”. De igual modo, recuerdan que una prohibición de este tipo traerá consigo un encarecimiento del precio de las producciones que se trasladará a la cadena alimentaria y que sufrirá directamente el consumidor en su bolsillo.

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