Béjar y San Pelayo de Guareña cambian los nombres franquistas de sus calles

Además, Cipérez ratifica el cambio anterior de los nombres y Fresno Alhandiga niega de nuevo el cambio de nombre

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Nuevos municipios salmantinos se han incorporado a la lista de aquellos que han cambiado el nombre de sus calles franquistas a iniciativa de Compromís desde el Senado para el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica. Si los últimos cambios han venido de la mano de Puente del Congosto, Vilvestre o Zamarra, esta vez ha sido el turno de Béjar y San Pelayo de Guareña.

La ciudad textil adoptó el acuerdo en el pleno ordinario del pasado 29 de enero cambiar el nombre de la calle Salas Pombo del Barrio de Palomares por el de calle Salas.

San Pelayo de Guareña, por su parte, retirará el escudo preconstitucional del edificio del Ayuntamiento, situado en la Plaza de la Diputación, que incumple la Ley de Memoria Histórica. El acuerdo se dio en 2016, sin embargo, debido a diferentes discrepancias no se ha retirado todavía, a pesar de que el ayuntamiento ha accedido a ello.

Por el contrario, el Ayuntamiento de Cipérez ha reafirmado que los nombres de las calles “se cambiaron hace años”. No obstante, el cambio de nombres no consta en los expedientes administrativos que corroboren las actuaciones realizadas debido a “algún error o extravío de documentación”. De ahí la ratificación que han hecho del cambio de nombres como Primo de Rivera o Plaza del Generalísimo por calle del Toro y Plaza Mayor, respectivamente.

Fresno Alhandiga, por último, afirma que su ‘Plaza José Antonio’ “no se relaciona ni se ha relacionado nunca con la exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la guerra Civil y de la represión de la Dictadura”, por lo que no cambiarán el nombre de la plaza hasta que no se aporten documentos que demuestren que el nombre se refiere a Primo de Rivera.

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