La rotura de una de las pesqueras del río Tormes, concretamente la que se encuentra entre en Puente Romano y el puente Enrique Estevan ya está dejando las primeras consecuencias. La fuerza con la que llegaba el agua fue suficiente para que esta no lo soportara y dejara al descubierto vegetación y arena antes no vista.
De hecho, el descenso del nivel del agua a su paso entre estos dos puentes salmantinos ya se dejaba notar de manera muy palpable este viernes por la mañana, sacando también las vergüenzas de la suciedad bajo las aguas del Tormes.
Este descenso también ha sido ayudado por el cierre de compuertas en los embalses en la colaboración de la CHD para buscar al joven desaparecido el pasado lunes y cuyas labores de búsqueda continúan cada vez con más efectivos.
Mientras, el alcalde de Salamanca hacía referencia este jueves a la situación de esta rotura haciendo hincapié en la preocupación que para el equipo de Gobierno lleva esta situación, debido principalmente a la complejidad de actuar. La CHD valorará si es necesaria su reconstrucción.
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