Manuel Carlos Palomeque López ingresa como miembro numerario en el Centro de Estudios Bejaranos

El acto tuvo lugar este sábado en el Ayuntamiento de Béjar

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El salón de plenos del Ayuntamiento de Béjar acogió este sábado el acto de nombramiento de Manuel Carlos Palomeque López como miembro numerario del Centro de Estudios Bejaranos.

Inició el acto la presidenta del Centro, Josefa Montero García, con unas palabras de agradecimiento para los asistentes y para los integrantes de la corporación municipal allí presentes, además de explicar en breves pinceladas el funcionamiento de la actividad.

Posteriormente el vicesecretario leyó un breve fragmento del acta del pleno en el que se permite la lectura de ingreso como miembros a Manuel Carlos Palomeque. Sin más, dejó paso al discursante.

Manuel Carlos Palomeque López, antes de iniciar su lectura, dio gracias a los presentes por su compañía (corporación, miembros del Centro), así como en particular al vicerrector de la Universidad de Salamanca, Enrique Cabero, a los compañeros de la Facultad de Derecho y en especial a Julio Cordero y José Antonio Sánchez Paso, a quienes dedica el discurso por su amistad.

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El trabajo, titulado ‘Briznas. Veintiún relatos de José González Castro, Crotontilo’ (Fermoselle 1867- Béjar 1923), y el interés por el personaje que centra el mismo, surgieron a raíz de la investigación sobre la Gran Huelga textil de Béjar que le llevó a ganar el premio “Ciudad de Béjar” en su edición de 2015 con el trabajo Vuestros y de la causa obrera. La gran huelga textil de los siete meses en Béjar (1913-1914). No en vano, José González Castro era el cronista de los hechos en el periódico El Adelanto con el pseudónimo C., bajo el que se escondía el alter ego de Castro en Crotontilo. Testigo de excepción de los hechos por ser inspector de trabajo durante el largo conflicto obrero, había nacido en Fermoselle en 1867 y había estudiado medicina, disciplina a la que siempre se dedicó en cuerpo y alma sin dejar de lado otras actividades, como la de escritor, inspector de trabajo o periodista. Destinado a distintos pueblos cercanos a Béjar, Aldeadávila de la Ribera, Guijo de Santa Bárbara. Mirabel o Abadía, cultivó una amistad estrecha con el poeta Gabriel y Galán, crítico de su obra escrita. Briznas aglutinó un conjunto de relatos sobre el mudno que le rodeaba con temáticas tan de la época como las historias de médicos, los amores imposibles, venganzas y crímenes sin castigo, vicios y maldades, la sumisión de la mujer en la relación amorosa, la condición campesina, los lugares y los paisajes y la poética. Murió el escritor en Béjar en 1923 y su estela se perdió en la vorágine de los tiempos hasta que un investigador de la talla de Manuel Carlos Palomeque López lo ha rescatado de las brumas del olvido, saliéndola a buscar, como él mismo dice, “a través de valles, montañas y mares y por quien pregunté a las nubes y al viento”.

Tras el discurso, hizo la contestación al mismo Antonio Avilés Amat, incidiendo en el personaje investigado y en el agudo investigador que sigue la pista tras la que se esconde el objeto de sus desvelos y descorriendo los las cortinas que ocultan su memoria.


Concluyó el acto el alcalde de Béjar, Alejo Riñones Rico quien dio las gracias al Centro de Estudios Bejaranos la labor tan importante que está desempeñando en la investigación del pasado de la ciudad y la publicación de trabajos de gran calidad a la historiografía bejarana.

El discurso, que lleva el número 29 de su colección con 77 páginas, está a la venta en las librerías de Béjar.

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