Con calma y esperando más acontecimientos se muestra el profesor de Economía de la USAL Miguel Ángel Malo ante el anuncio de la Fundación de Cajas de Ahorros sobre una pequeña desaceleración económica en España. “Al ritmo que se venía creciendo, esas cifras era difícil mantenerlas. No se está al ritmo máximo todo el tiempo”, comenta, aunque sí afirma que, en caso de que se produzca, “sí se notará un poco el menor crecimiento y cabe esperar lo mismo en Salamanca, sin embargo a corto plazo no será realmente algo muy apreciable”.
A pesar de ello, y ante el crecimiento sostenido en los dos últimos años por encima del 3% a nivel estatal y su poca repercusión en la sociedad, lo refleja en los altos niveles de endeudamiento que ahora es cuando se pueden pagar. “El nivel de vida no sube porque todavía esa carga está sobre el país. También se va viendo que ya es más suave”, comenta, por lo que una desaceleración más profunda podría afectar nuevamente a las familias.
De hecho, en la provincia salmantina, basándose en las experiencias pasadas, se concluye que Salamanca se comporta como el resto de España, aunque en el caso de las caídas, se notan más por las diferencias en el crecimiento. “En las expansiones, Salamanca se va quedando ligeramente atrás y se ha ido generando una brecha”, asevera.
Para solucionarlo propone “tomarse en serio el mercado con Portugal” en una frontera “cada vez menos existente pero que constituye una barrera enorme para que los negocios se incrementen a un lado y otro de la frontera”. Un nicho de mercado todavía no explotado y que podría suponer beneficios para las provincias limítrofes.
A pesar de ello, y aunque la salida de la crisis esté siendo “a medio gas” a pesar de los esfuerzos de los bancos centrales, que mantienen los tipos de interés en mínimos históricos, la sucesión de los hechos ahora es todavía una gran incertidumbre. “Las hay a nivel internacional, saber cómo será el tema del Brexit, por ejemplo, aunque la Unión Europea es grande para absorber el impacto”, comenta. Además, aunque a su juicio la rebaja de los tipos de interés ha sido una medida adecuada, el “cómo salir de esta situación de tipos de interés casi nulos o negativos en algunos países presenta incertidumbre porque nunca se ha hecho”.
Problemas en el empleo
El peor comportamiento del empleo en los dos últimos meses, afirma, sí puede anteceder una aceleración por debajo de lo previsto, aunque no quiera decir que en el trimestre siguiente se pueda mejorar con respecto al año pasado. “Es una señal de que el impulso se agota”, aunque la culpa la tiene también un mercado laboral español demasiado ligado al Producto Interior Bruto.
De hecho, asegura, “cada vez se necesita menos crecimiento para crear empleo” lo que provoca que también se deje notar más cuando se bajan unas décimas en dicho crecimiento. Es problema, comenta, de la temporalidad y de las mayores facilidades en el despido, por lo que propone un sistema más relacionado con países como Francia y Alemania, en el que una de las fortalezas en su mercado laboral es, precisamente, que no esté tan ligado al crecimiento nacional. “El incremento del empleo que hemos tenido se ha basado mucho en que es un empleo de poca intensidad. Está bien trabajar unas horas frente a cero pero eso no ayuda a un despegue de toda la economía”.
Asimismo, confiesa que a nivel europeo se puede hacer todavía más, especialmente en las políticas fiscales referentes, principalmente, a organizarlas y mejorar el llamado ´Plan Juncker´ para ampliar infraestructuras como, en el caso de España, el corredor del Mediterráneo. A pesar de ello, opina, en territorio nacional, se necesita invertir en el sistema educativo, que cuenta con unos resultados en la media pero no avanza como los demás. “Si uno se queda en el mismo sitio, en términos relativos estaremos cada vez más lejos”.
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