La Guardia Civil ha llevado a cabo la operación Tralek, mediante la cual ha desarticulado un grupo criminal organizado que estaba especializado en robos en explotaciones agrícolas y ganaderas.
Según informa la Benemérita, en enero se registraron varios robos en los que el denominador común fue la sustracción de cobre con el que se fabrican todo tipo de cableados y elementos para la producción, trasformación y distribución de electricidad. Metal en la actualidad muy codiciado por su elevado precio en los establecimientos de reciclaje y recogida de chatarra y otros metales. Entonces se inició una exhaustiva investigación.
Estos hechos se centraron principalmente en las zonas de regantes y explotaciones agrícolas de la ribera del río Tormes, como Villagonzalo de Tormes, Babilafuente, Huerta, etcétera, todas ellas de la provincia de Salamanca, cometiendo el 18 de enero un robo con fuerza en la estación eléctrica de transformadores de la comunidad de regantes del canal de Babilafuente, ubicada en el término municipal de Villagonzalo de Tormes, donde se produjeron cuantiosos daños a la instalación y la sustracción de cableado y otros metales de elevado valor.
Finalmente se pudo localizar al supuesto grupo delictivo, asentado en el barrio de La Palmilla de Málaga, siendo obtenidos indicios suficientes para creer que fueron los autores de los hechos ocurridos en Salamanca. Una vez ubicados y en colaboración con la Guardia Civil de Málaga, se establecieron diversos dispositivos de vigilancia y control. Fueron identificadas diez personas, ocho de ellas naturales de Rumanía, y un varón natural de Marruecos, aportando valiosa información sobre su modo de actuar y la participación de todos ellos en multitud de hechos delictivos en Andalucía a lo largo del presente año.
Modus operandi
La banda de ladrones cometía los robos con fuerza principalmente en naves y explotaciones agrícolas, estaciones y centros de trasformación eléctrica, centros oficiales municipales y en centros escolares. Cuando salía a delinquir, lo hacía generalmente en dos vehículos, dividiéndose el grupo en dos, uno que daba cobertura y seguridad y otro que materializaba los robos.
Dependiendo del lugar abordado se apoderaban de combustible, cobre, herramientas de todo tipo e incluso en el caso de los centros escolares y oficiales, se apoderaban de los medios informáticos para enseñanza, sistemas de videograbación y proyección, equipos de sonido y del dinero que en cada centro se guardaba.
Una vez que se hacían con el botín, adoptando unas medidas de seguridad extremas para evitar ser detectados, regresaban a Málaga, donde entablaban negociaciones con los receptadores a quienes vendían los efectos para hacerse con dinero en metálico cuanto antes.
El pasado 20 de junio se inició la fase de explotación de la operación Tralek, en la que se pudo sorprender in fraganti a varios miembros del grupo cuando regresaban de cometer un robo con fuerza en una nave del Ayuntamiento de Domingo Pérez, en Jaén, donde habían sustraído una furgoneta completamente cargada con las herramientas y demás efectos que allí se encontraron y trataban de introducir en el mercado negro.
Por todo ello se procedió a la detención de todos los miembros como supuestos autores de los delitos de robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal, imputándosele al ciudadano marroquí el delito de receptación. A esta banda se le atribuyen en un principio 17 robos con fuerza cometidos en las provincias de Salamanca, Zamora, Cádiz, Sevilla, Granada, Jaén, Córdoba y Málaga, aunque en la actualidad se está trabajando para tratar de esclarecer otros hechos delictivos en los que se pudiera haber visto implicado el Grupo Criminal investigado.
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