La ola de calor que padecen los salmantinos desde hace una semana, con temperaturas cercanas a los cuarenta grados, está pasando factura en los hospitales de la ciudad. Sobre todo en el Virgen de la Vega, con un vetusto sistema de aire acondicionado que apenas suaviza el calor.
A las quejas de los pacientes de la semana pasada se suman las de los trabajadores, que lamentan la falta de actuación de la gerencia con la excusa de que el edificio es viejo y hay que esperar ya al nuevo hospital. Temen que en julio la estancia sea insoportable y pueda afectar a la salud de las personas ingresadas en proceso de recuperación.
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