La Alianza UPA-COAG confirma “las peores previsiones” y la entrada de las primeras cosechadoras en los campos de Castilla y León “empeora aún más las negativas expectativas que había sobre los rendimientos de cereal”.
Las máquinas han comenzado a hacer su labor en aquellas parcelas de secano al sur de la Comunidad Autónoma donde puedan entrar, “puesto que muchas otras tierras se quedarán sin cosechar”, con rendimientos que apenas llegan a los 400 o 500 kilos por hectárea.
Estas cifras son aproximadamente seis veces menos de lo que se recoge en un año considerado normal, por lo que, a juicio de la Alianza “el desastre es mayúsculo”. UPA-COAG habla de pérdidas “elevadísimas”. Las primeras estimaciones apuntan a una franja nunca inferior a los 1.000-1.300 millones de euros.
Al respecto, la organización agraria, al igual que ha hecho en el último Consejo Regional Agrario, trasladará al presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, la necesidad de que se pongan en marcha medidas excepcionales en forma de Plan de Rescate.
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