Lorenzo Santolino retoma este fin de semana el Mundial de Enduro con la disputa del GP de Hungría, primera parada del esprint estival del campeonato. La carrera húngara llega para el salmantino tras las buenas sensaciones de Italai, donde fue séptimo en la última jornada y con buenos tiempos, un refuerzo de moral para afrontar lo que queda del Mundial.
El salmantino ha estado muy entretenido en el parón de casi un mes desde la última prueba del Campeonato. Como piloto oficial de Sherco, ha estado impartiendo un curso en Israel durante una semana y también ha podido entrenar en sus recorridos habituales. Tras un inicio de temporada algo dubitativo y con problemas físicos, Santolino ha ido encontrándose mejor y espera lograr buenos resultados en Hungría y la semana que viene en Grecia, un terreno que siempre le ha sido propicio.
La prueba húngara es toda una incógnita porque hacía 23 años que el Mundial no paraba en este país. La carrera se disputa en una localidad a un centenar de kilómetros de Budapest, en la zona más montañosa del país. El primer contacto es este viernes por el supertest, una especial tipo espectáculo. Lo fuerte llega sábado y domingo con un recorrido de 60 kilómetros al que hay que dar tres vueltas.
Santolino llega décimo de la general de Enduro2, su categoría, con 60 puntos, pero en Italia demostró que se puede meter de lleno en la lucha por los puestos delanteros y competir por acabar quinto en la general: está a sólo veinte puntos del piloto que ocupa ese puesto en la provisional. Además, verse competitivo le ayudará para retomar, ya en Otoño, el Campeonato de España en el que es líder de su categoría.
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