De los cinco incendios forestales que suman días asolando los montes de amplias zonas de varias comarcas leonesas, aún tres permanecen activos, aunque al menos bajo control.
Ni la lluvia ha conseguido aplacar del todo más que dos de los siniestros más importantes de este fin de semana: el de Silván (en la comarca de La Cabrera, el más extenso de todos ellos, a falta de cifras oficiales de superficie) y el de Fuente Oliva (Balboa, en Ancares) son historia desde primera hora, según fuentes oficiales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Cabe recordar que el primero de ellos tuvo un peligroso episodio en el pueblo del mismo nombre en la noche del pasado lunes, llegando a quemar edificios en el mismo núcleo urbano, sin que la Junta activada jamás ningún nivel de riesgo oficial.
Controlados, pero aún sin apagar, permanecen por lo tanto tres casos más, dos de ellos quemando ininterrumpidamente desde el pasado jueves. Es el caso del siniestro de Matalavilla del Sil, en la comarca del Alto Sil, que ha arrasado una parte vital del hábitat de osos pardos y urogallos; de Sosas de Laciana, que se dio por extinguido el domingo pero el lunes recobró mucha fuerza; y el de Portela de Aguiar, en el municipio berciano de Sobrado.
De momento, la Junta mantiene la prórroga del operativo de extinción de nivel medio que sigue en vigor y que con las previsiones meteorológicas se reconsiderará a lo largo de esta semana.
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