Ópticos-optometristas piden mayor ‘higiene visual' de los jóvenes para prevenir la miopía

 Ópticos-optometristas piden mayor ‘higiene visual' de los jóvenes para prevenir la miopía
Ópticos-optometristas piden mayor ‘higiene visual' de los jóvenes para prevenir la miopía

Con motivo del Día Mundial de la Visión y la Optometría, que se celebra cada año el segundo jueves de octubre, el Colegio de Ópticos y Optometristas de Castilla y León (COOCYL) quiere poner hoy el foco de atención en la 'higiene visual' de los más pequeños para contribuir así a paliar lo que ya es considerada como la pandemia juvenil del este siglo XXI: uno de cada tres jóvenes es miope y esta cifra aumentará a uno de cada dos en 2050.

Según el colectivo de ópticos-optometristas, si tu hijo es pequeño y le han diagnosticado miopía, es casi seguro que este problema visual irá aumentando año tras año, hasta sobrepasar la adolescencia. Habitualmente, la miopía de aparición juvenil se desarrolla entre los seis y los ocho años, y progresa a una tasa de -0,50 a -0,75 D (dioptrías) por año hasta los 15 o 16, afectando por igual, en grado y en cantidad de dioptrías, a niños y niñas.

Aunque la miopía no es una enfermedad y por tanto no se cura, son fundamentales las visitas periódicas a los profesionales de la visión para la correspondiente evaluación, seguimiento y tratamiento adecuado. Hoy en día existen diversas técnicas optométricas, eficaces y seguras, que actúan de forma que pueda frenarse el crecimiento de la miopía. Es importante informarse y actuar para ralentizar su incremento.

En este sentido, el delegado del COOCYL en Salamanca, Mariano Luengo, aclara que "salvando el factor hereditario que pudiera existir por antecedentes familiares, sobre todo en miopías altas, el aumento entre la población infantil se debe a que desde pequeños les exigimos una gran demanda de visión próxima, lo que hace que, al volver a pedir una buena visión en distancias más lejanas, el ojo no permita un enfoque correcto, y entonces debemos ayudarle con la corrección óptica correspondiente".

Luengo añade, además, que "en las nuevas generaciones, se suma como factor desequilibrante el hábito, en muchas ocasiones excesivo, de los dispositivos electrónicos, que tienen como punto positivo los estímulos sensoriales y motores del ojo, pero que con un uso demasiado prolongado puede favorecer la aparición o el desarrollo de la miopía".

La realidad es que los más jóvenes cada vez miran más de cerca y la mayoría del tiempo a las pantallas, con un promedio de 10 horas al día, y aunque no puede evitarse que las nuevas generaciones utilicen la tecnología, sí se puede restringir el tiempo de uso y cambiarlo por actividades en el exterior para ayudar a frenar la miopía. De hecho, estudios científicos demuestran que pasar una hora más cada día al aire libre influye en que la miopía avance menos.

"Que el crecimiento de la miopía sea más o menos rápido dependerá en buena medida de controles periódicos para favorecer siempre una agudeza visual óptima y que no se deba hacer ningún sobre esfuerzo acomodativo", asegura el delegado salmantino, siempre "con una corrección con gafa o lentes de contacto actualizada demandando revisiones anuales dependiendo de la evolución de la miopía".

Según la información de Mariano Luengo, hoy en día hay diferentes recursos para ese control de la miopía que todo óptico-optometrista puede recomendar a los padres a través de un estudio personalizado. Destaca, como aspecto más novedoso al respecto, la comercialización de unas nuevas lentes de contacto diarias que ralentizan, "no detienen", la miopía, y que vienen avaladas por diferentes estudios clínicos.

Ésta y otras recomendaciones "para evitar en la medida de lo posible la miopía o su progresión pasarían por lo que llamamos higiene visual", añade Ana Belén Cisneros, secretaria general del Colegio, y que según la Asociación Americana de Optometristas se resumen en los siguientes puntos:

-Realizar breves descansos cada 30 minutos cuando se realicen tareas intensas de trabajo de cerca, mirando a través de la ventana, por ejemplo.

-Mantener una distancia de lectura adecuada: una manera sencilla de comprobarlo es que el texto o el libro debe estar por lo menos tan lejos de sus ojos como la distancia entre el codo cuando nos tocamos la nariz.

-Utilizar una iluminación correcta evitando reflejos, sombras o deslumbramientos.

-Realizar las tareas de lectura y trabajo visual en una postura cómoda y relajada.

-Limitar el tiempo de la televisión o de los videojuegos y guardar siempre una distancia superior a 1,5 metros.

-Aumentar las actividades al aire libre, ya que se ha comprobado que existe relación entre la exposición a las horas de luz solar y una menor progresión de la miopía.

-Si ya existe el diagnóstico de miopía, optar para corregirla por ortoqueratología o lentes multifocales, que han demostrado una reducción significativa de la progresión miópica.

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