El tetracampeón de la San Silvestre, Alberto Sánchez Pinilla, declaraba al llegar a la línea de meta que había sido la carrera más dura que se había encontrado hasta la fecha dado el nivel de sus competidores. Hasta seis marcharon en el grupo de cabeza hasta casi el final intercambiando cambios de ritmo que finalmente pesaron en las piernas para el ganador, que, según comentó, tuvo que salir a todos los ataques al ser el centro de atención este año ante las ausencias de Rafa Iglesias y Antonio Núñez.
"Ha sido la carrera más dura de las cuatro porque el peso de la responsabilidad ha pasado a mí. Se me ha hecho dura al final pero he tenido la suerte de que me he encontrado bien. Este año ha sido muy duro", reiteró Sánchez Pinilla.
Su táctica, sin embargo, fue la de siempre. Esperar y tener la suerte de encontarse bien en los metros finales. Así fue y consiguió su cuarto entorchado de la prueba, algo que ya ha anunciado intentará revalidad en próximos años si la salud le respeta. "Me encanta la carrera. Me encanta el recorrido, que es muy duro".
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