La feria taurina de Ledesma llegó a su fin de la mejor manera posible, los tres diestros saborearon la puerta grande del coso ledesmino. 

El primero en pisar el albero fue el torero de la casa, Domingo López Chaves. Con los paisanos totalmente entregados recibía al primero del Puerto de San Lorenzo. Este animal algo despistado de primeras al que le costaba centrarse en el capote. Chaves finalmente ofreció un buen repertorio con la capa. Brindando a su gente comenzaba la faena dándole el tiempo que le pedía el del Puerto. Lo bueno se vio por el pitón derecho del animal, con el que el diestro sello varias series. Una oreja cortó. 

El segundo, de nombre 'Carcelero', sería para José Garrido. Comenzó con unos capotazos con clase y estilo. Ya entrado en faena lo mejor se vio al natural, dejando varios arrimones con valor, pero que no llegaban a tener el picante necesario. Fue ovacionado. 

Roca Rey, elegante y con un toque de suavidad, manejaba la capa, luciéndose en el quite. Toreó con gusto, dejando varias tandas buenas. Tras unos arrimones de vértigo en los circulares, que hacían presagiar un buen final, finalmente pinchó y no logró trofeo. Ovación. 

Volvía López Chaves con más ganas que nunca de lograr el triunfo. De rodillas iniciaba el saludo capotero con dificultades, y es que este del Puerto se le echaba encima sin apenas dejarle dar un capotazo. Ya en el quite por chicuelinas se vería su clase. A este cuarto de la tarde le cuajaría la mejor faena que se vería en el coso. Templó y mando con su toreo maduro. Desorejó al astado y le cortó el rabo tras la emoción que sentían los suyos. Vuelta al ruedo para este noble toro. 

Garrido saldría con todo en este quinto, y es que él también quería abrir la puerta grande. Un amplio repertorio con el capote en el que se vio la entrega del diestro, toreando de rodillas. Una gran serie con empaque al natural, pena de no ser una faena con continuidad. Ya de finales tuvo series interesantes en las que se le vio su raza torera. Tras un percance sin consecuencias desorejó con una buena estocada al animal. 

El sexto, de nombre 'Pitonisto', fue toreado por un Roca Rey que mostró unas grandes dotes como torero. Pese a su notable juventud, el diestro firmó un buen toreo a la verónica. Supo templar las embestidas de este buen animal y deleitó a los presentes con un toreo valiente y con mucho gusto. Dos orejas que hacía que se sumase a la puerta grande. 

 

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