La procesión del Silencio es una de las más emotivas de la Semana Santa albense. Desde las 23:00 horas, la Madre de Dios salió en procesión desde la Iglesia de San Juan para recordar la muerte de Cristo.
Con velas y en absoluto silencio, los albenses arroparon a la talla procesional por las calles de la localidad. El rostro de la Madre de Dios refleja con detalle el dolor de una madre por la muerte de su hijo. La talla luce un vestido de novia donado hace más de un siglo y adornado con pedrería y encaje.
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