Los concursantes han tenido dos horas y dos folios por las dos caras para escribir su historia. La iniciativa pretende fomentar la creatividad y espontaneidad en los jóvenes, desarrollando su imaginación. Los 17 finalistas, (uno de cada Comunidad Autónoma) y sus profesores serán premiados con un viaje literario y un regalo tecnológico de última generación para el centro escolar al que pertenezcan. De estos 17 seleccionados, un jurado escogerá los 6 mejores relatos, y se concederá a sus autores un curso de escritura creativa que les permitirá mejorar su relato. Durante el mes de septiembre, otro jurado formado por escritores, periodistas y académicos elegirá los tres relatos definitivos, que tendrán la oportunidad de asistir a otro curso online.
Sara Castaño, ganadora de otra edición, ha expresado su apoyo a lo participantes minutos antes de la prueba, y les ha transmitido lo importante que es no tomarse el concurso como un examen, y estar tranquilos, si no como algo con lo que debes sentirte a gusto y disfrutar. “Se supone que os gusta escribir, si vais pensando que es un examen no puede salir nada bueno”. También se ha hablado de lo significativo que resulta dar protagonismo a la creatividad en una sociedad en la que siempre jugamos el papel de espectadores.
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