Presumir de hijos lo hacen todos los padres, pero presumir además de dos porteros no es tan habitual. El caso de la familia Hernández Blanco no se ve todos los días, y es que Vega y Nicolás, sus dos hijos, han demostrado en este inicio de temporada grandes cualidades bajo palos.

La temprana edad a la que están despuntando es lo que más llama la atención. Vega tiene nueve años y milita en el conjunto benjamín del Salamanca Fútbol Femenino, mientras que Nicolás tiene seis y comienza esta temporada su andadura en el prebenjamín C del Hergar. 

Dos ejemplos de precocidad en la portería que sorprenden incluso a su padre, Javier: ?No sé de dónde les viene esta afición porque nosotros hemos intentado lo contrario, pero no hay manera, desde siempre han querido ser porteros. Sobre todo con Nico he intentado que fuera jugador porque es menos duro, pero nada?. Pese a haber pretendido que abandonaran el marco, reconoce que ?se lo pasan bien y disfrutan tirándose?, y ante eso poco se puede hacer.

Los entrenadores de ambos tampoco escatiman en elogios. ?Para lo pequeña que es anda bastante bien y yo creo que es porque es muy exigente consigo misma. Tiene buen saque, buenos reflejos y es capaz de colocar al equipo desde atrás?, apunta María del Puerto Pérez, entrenadora de Vega.

Por su parte, Carlos, técnico de Nico, asegura que le ve bastante seguro, con reflejos, buenas estiradas y buen saque de puerta. ?No tiene nada de miedo?, señala, una de las virtudes más importantes en los porteros de su edad.

No se sabe lo que les deparará el futuro a estos dos guardametas que acaban de comenzar sus carreras, pero su ilusión es escribir muchos capítulos en el mundo del fútbol. ?Nico me pregunta que si cuando llegue a la Selección tendrá la estrella en el pecho?, afirma entre risas su padre. Por lo pronto tienen en su ídolo, Iker Casillas, el mejor espejo donde mirarse.

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