El primer partido de la próxima temporada, el alevín B de Unionistas no podrá jugarlo en La Aldehuela. La Federación de Castilla y León, a través de su Comité de Competición, ha sancionado con la clausura del recinto deportivo al equipo, según recoge en su última resolución.
Esta sanción se debe a unos incidentes plasmados por el colegiado en el acta del encuentro que el conjunto jugó contra el RS Monterrey correspondiente al último partido de Liga de la Segunda Provincial y que acabaron venciendo los blanquinegros.
En la resolución se registra que por reincidencia durante la temporada de incidentes graves con los seguidores, el Comité sanciona con clausura del recinto deportivo por un partido y multa de 60 euros para el club en conformidad con lo registrado en los Estatutos de la FCyLF.
El entrenador del equipo explica que los problemas con los colegiados se iniciaron con una protesta por un fuera de juego ya en los minutos finales y una expulsión de dos minutos de un jugador de Unionistas, que llegó tarde a un lance del juego. Ante las protestas, decide expulsar también al propio técnico por llamarle sinvergüenza, según refleja en acta, aunque el entrenador lo niega.
"A la conclusión del partido, me dirijo al árbitro a darle la mano, el cual me la rechaza, al igual que a mis jugadores de diez años y es cuando un aficionado se acerca al árbitro diciéndole que es un maleducado. Hasta ahí lo que pasó", afirma.
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