A la hora de leer un libro los españoles lo tienen claro, prefieren el formato papel.  Así se desprende de una encuesta que la editorial española Signo editores ha realizado con motivo del Día del Libro. En el pulso mantenido con los formatos electrónicos, el papel gana por el momento la batalla: un 75% de los encuestados apuesta por lo tradicional, frente al 25% que se decanta por dispositivos como la tablet,  el ordenador y, en menor medida, el móvil.

El motivo es sentimental: el contacto con las hojas, la facilidad para retroceder en la lectura y el olor que desprende. Un hábito que cuesta cambiar especialmente entre la población adulta. Por su parte, entre los argumentos esgrimidos por los encuestados para justificar el uso de los dispositivos electrónicos se encuentra el precio del libro en papel y la mayor dificultad a la hora de transportarlo o disponer de un espacio para su conservación. 

El perfil trazado a través de la encuesta es el de un lector que encuentra en este hábito un modo de entretenimiento y ocio (9 de cada 10 reconoce que lee por este motivo). Respecto a las preferencias lectoras, un 39% se define como lector habitual de novela, con una predilección por las obras escritas en castellano. Esta tendencia del idioma también se aprecia en los títulos editados durante el pasado año, donde el 77% fue en castellano y el 4,1% en un idioma extranjero, principalmente en inglés, como se desprende del último estudio publicado en marzo por el Instituto Nacional de Estadística.

Con un porcentaje similar, el 38% de los lectores encuestados opta por la prensa diaria para mantenerse informado. Mientras que el 23% restante reconoce acudir a los libros de consulta para buscar información. "En la editorial estamos comprobando que nuestras colecciones atraen a cada vez más lectores, que buscan obtener un conocimiento exhaustivo sobre determinadas materias, de la mano de expertos", explica la responsable de telemarketing de Signo editores, Sara García. En cuanto a la percepción de los hábitos de lectura, el 62% admite que en España no se lee lo suficiente y que se debería fomentar más esta práctica, sobre todo desde la infancia. 

La comprensión lectora, un problema presente desde la infancia

La falta de entusiasmo hacia la lectura en la edad adulta deriva en gran parte de la infancia y, concretamente, de la dificultad de comprender los textos. «Los niños españoles aprenden a leer a una edad demasiado temprana. El sistema educativo español comete el error de enseñar letras en lugar de contar historias y el resultado es un aumento de los problemas de lecto- escritura y de la dificultad de comprensión lectora» alerta la psicopedagoga Lola Fernández Villa.

Según la psicopedagoga, "los niños aprenden rápido la mecánica de la lectura pero no conectan con el apasionante mundo que se encuentra escondido detrás de las letras». Como solución para inculcar la afición por la lectura, «leer cuentos  y libros de todo tipo a los niños, despertar su curiosidad por los secretos que los libros esconden".

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