Un lujo sobre el escenario. Eso es de lo que han podido disfrutar los alumnos del colegio Filiberto Villalobos que este miércoles han podido ver sobre las tablas del Teatro del Centro Cultural, gracias a la colaboración de la Concejalía de Cultura, a uno de los más importantes grupos del folk nacional, el salmantino Mayalde, que hacen de cada uno de sus conciertos en directo una experiencia única.
Hacer música con unas piedras de Salvatierra, con un hueso de águila convertido en flauta, con una lata y un bastón o simplemente con las manos son solo algunos de los prodigios que hacía Eusebio Martín, junto a sus hijos Laura y Arturo en presencia de los escolares que dentro de su Semana Cultural no podían tener un broche mejor como homenaje a los mayores.
Ritmos y sones, de la jota a la charrada…toda una lección de música y etnología que imbuía a los jóvenes espectadores en el mundo de las sensaciones. Con los sonidos, los más viejos, más sagrados, más cotidianos y rurales, los que igual asemejaban el sonido de las castañuelas con dos piedras, que los que servían para cantar una nana a base de la música generada con el pie y la rueca. Una errada, unos huesos de cabrito, un reclamo de perdiz…todos los elementos utilizando fórmulas milenarias, que conseguían que los alumnos salieran de su asombra y a base de palmas se pusieran a bailar en sus asientos.
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