En 2012 comenzó a aplicarse el Plan de Movilidad Urbana Sostenible en Salamanca, con el que se pretenden obtener 25 kilómetros peatonales en el casco histórico de Salamanca (desde la Gran Vía hasta el Paseo de Carmelitas, pasando por la avenida Mirat y Rector Esperabé) en varias fases, lo que supondría más del doble de los que había en el momento del inicio del plan. 

Aunque podría decirse que, en general, la población salamantina está de acuerdo con estas medidas tanto por motivos medioambientales como de seguridad, existen opiniones en contra a dos de las principales medidas que se quieren poner en marcha en la actualidad, la peatonalización parcial de la calle Pozo Amarillo y la construcción de un aparcamiento subterráneo en la avenida de Comuneros. ¿Se verán realmente beneficiados todos los comerciantes, o, estos irán perdiendo ventas respecto a las superficies comerciales de fuera de la ciudad? ¿Mejorará la calidad de vida? ¿Se verán muy perjudicados los residentes del centro? Otras ciudades ya se hicieron estas preguntas antes de acometer una ordenación urbanística.

Destacan dos grandes corrientes: el urbanismo ecológico y el modelo ‘carfree’ . El primero entiende la ciudad como un ecosistema definido en el que hay que conseguir la sostenibilidad. La supermanzana busca que los peatones puedan volver a disfrutar de la vida en la calle sin temor al tráfico vial, los edificios se distribuyen en manzanas de unos 400 por 400 metros en torno a las cuales los vehículos privados y el transporte público circularían a una velocidad máxima de 10 km por hora.

Otro modelo es el llamado de tres niveles, en el cual las actividades tradicionales que se desarrollan en las calles de las ciudades se trasladan a tres planos diferentes. Por un lado, las azoteas de los edificios se destinan a la biodiversidad; los subsuelos se destinan a los aparcamientos, transporte y gestión del agua y la energía; finalmente, la superficie queda libre para desarrollar actividades públicas y de ocio.

El modelo carfree o modelo sin coches se basa en la eliminación de todo el tráfico de las ciudades o de algunas de sus zonas, por lo que la oferta de parkings es limitada o inexistente y los espacios se diseñan para que las personas puedan vivir sin utilizar medios de transportes. 

Se distinguen tres formas de implementación del modelo. En primer lugar, el modelo Vauban consiste en que la circulación de los vehículos sólo se permite por las calles residenciales para la carga y la descarga, pero nunca se permite su estacionamiento; para ello, los habitantes de la ciudad han de adquirir una plaza de aparcamiento en la periferia. El hecho de tener que adquirir una plaza de aparcamiento lejos de la residencia hace que las personas se planteen comprar un coche, consiguiéndose una zona totalmente libre de vehículos.

También, a diferencia del anterior, existe un modelo de acceso limitado. Se instalan barreras físicas que impiden a los coches entrar en ciertas zonas de la ciudad y, por último, el modelo al que más se ajustaría el caso salmantino es la peatonalización de los centros con población residencial: Se da principalmente en los centros de las ciudades. Debido a las nuevas construcciones o a la remodelación del espacio (las antiguas vías de tránsito de vehículos se destinan sólo al tráfico de peatones), permite el desplazamiento sin coches de la población que allí reside. Dentro de este modelo, se puede distinguir en concreto el modelo de peatonalización comercial, con el que se busca crear un gran centro comercial a pie de calle que sea capaz de competir con las superficies de las afueras. 

Ejemplos de planes de movilidad exitosos en otras ciudades europeas

West Yorkshire, condado situado al norte de Londres, tras la implantación de un PMUS se consiguió reducir un 14% los accidentes de tráfico (con un descenso del 18% de los fallecidos en ellos).

Grenoble, esta ciudad francesa cercana a los Alpes aumentó el número de viajes a pie a la hora punta de la mañana un 27%, con la descongestión del tráfico que eso supone.

Apeldoorn, la ciudad holandesa, cruce de múltiples vías de comunicación en Holanda consiguió reducir en un increíble 50% los accidentes de tráfico.

Lund (Suecia) además de conseguir buenos resultados respecto a la reducción del uso del transporte privado puso en marcha campañas muy curiosas como "el bus escolar andando" el cuál consiste en que los padres, en un sistema de turnos, acompañan a los niños de vecindario andando hasta el colegio.

 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído