El dinero del que disponen las familias para hacer frente a sus gastos ha caído un 5% entre 2008 y 2013, un descenso que ha coincidido con una subida generalizada de los precios, que se han disparado un 10% en el mismo período. Esta combinación ha provocado que los hogares españoles sean hoy más pobres que antes de que comenzara la crisis económica, según el análisis elaborado por la web del ahorro Kelisto.es. 

Por lo que respecta al dinero disponible, las familias españolas cerraron 2013 con una renta disponible bruta (el dinero que queda a cada hogar para poder destinar a gastos o ahorro antes de impuestos) que, de media, se situaba en 37.786 euros, lo que supone una caída del 5% si se compara con los 39.882 euros de 2008. 

“La caída de los ingresos, de los salarios, el paro y la subida de los impuestos han obligado a que cada vez más consumidores tengan problemas a la hora de pagar a tiempo sus facturas del hogar. El descenso de la renta disponible se ha traducido en un empeoramiento de las condiciones de vida de los ciudadanos. Así, indicadores como el porcentaje de hogares que llega con mucha dificultad a final de mes, el de familias que no pueden afrontar gastos imprevistos o, incluso, de aquellas que no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días han experimentado crecimientos de dos dígitos desde que comenzó la crisis”, destaca Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es.  

Detrás de este descenso de la renta familiar se encuentran factores como la caída de los salarios y el incremento del desempleo. El sueldo medio neto por persona (es decir, descontados los impuestos y cotizaciones a la Seguridad Social) ha experimentado tres caídas consecutivas durante los años centrales de la crisis (en 2010, 2011 y 2012).

Además, desde 2008 hasta 2013, el salario neto tan solo ha crecido un 7% (de 12.628 euros en 2008 a 13.528 euros en 2013), un incremento que es menor al que han experimentado los precios en el mismo período (+10%), lo que impide que los consumidores puedan seguir manteniendo su nivel adquisitivo. El aumento de los precios ha afectado especialmente a partidas como la enseñanza (+23%), la vivienda (+23%) o el transporte (16%). Otras categorías tan básicas como la alimentación (+5%) o la medicina (+5%) también se han encarecido desde que comenzó la crisis.

Aumento de los impuestos

 

Por si esto fuera poco, la pérdida del poder adquisitivo de las familias españolas se ha visto agravada por el aumento de los impuestos. A finales del pasado año, los contribuyentes españoles abonaron por sus rentas uno de los tipos medios impositivos más altos desde 1995: el 13%, frente al 12% que pagaban a finales de 2008. Asimismo, las familias españolas han visto como subía el IVA, tributo que grava directamente el consumo, cuyo máximo a principios de la crisis era del 16% frente al 21% actual. En este contexto, un trabajador con una renta media necesitaría 130 días para pagar todos sus impuestos.

Con este panorama, la tasa de ahorro media se situó en el 12% de la renta disponible bruta de los hogares en 2013. Es decir, de media, cada familia guardó 4.227 euros en 2013, lo que representa un aumento del 5% si se compara con los 3.329 euros que los hogares ahorraron en 20081. “Pese a este incremento, la situación de muchas familias sigue siendo preocupante. El 65% de los hogares españoles reconoce tener algún tipo de dificultad para llegar a final de mes, un 7% más que en 2008. Y, de ellos, el 16% afirma llegar con mucha dificultad, lo que supone un incremento del 14% respecto al comienzo de la crisis”, destaca la Portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es. 

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