El Pevele Arena de Orchies volvió a ser mágico en un cruce fratricida para el ambicioso e imparable equipo español. El conjunto de Lucas Mondelo pasó por encima de la histórica y temible Serbia por 19 puntos de diferencia, tras una primera parte para enmarcar de las españolas. De nuevo la defensa, la sobresaliente y constante actitud, el positivo espíritu y tremenda concentración, y la exhibición de Lyttle y todo el grupo (anotaron todas las jugadoras) fueron argumentos más que de peso para el rival. Las de Maljkovic se vieron desbordadas desde el salto inicial por una España inmensa que dominó el rebote (40 a 31) y que nunca sufrió por el triunfo en toda una semifinal de un Eurobasket. La medalla ya está asegurada.
 
La concentración e intensidad defensiva de España en la salida del choque rozó la perfección. A partir de ahí se construyeron las primeras diferencias iniciales, a la postre decisivas. España dominaba el rebote (5 más al final del primer cuarto y 8 al descanso), con Lyttle además brillando en el primer y vital pase de contraataque. Ello permitió también correr al grupo y romper el marcador. Silvia primero y Palau después llevaron a la perfección el ‘tempo’, sabiendo renunciar al contraataque cuando convenía, en un encuentro en el que Ouviña hizo su mejor partido (19 puntos) jugando de base y escolta. El juego serbio con cuatro abiertas no fue problema para España, que dejó en 2/13 en tiros de campo a Serbia tras diez minutos de juego.  En ataque además las de Mondelo leyeron muy bien los 2c1 del rival. El resultado fue un brutal 70% en tiros de dos al descanso. El 0/7 en triples en la media parte quedó en anécdota ante el recital del equipo nacional.

España utilizó en la primera mitad en un par de ocasiones a Marta Xargay (muy sólida ante Serbia y en todo el torneo) en el poste bajo, situación ya empleada puntualmente a lo largo del campeonato. La base de España busca en el poste alto a Lyttle, que se abre un poco para recibir y ganar línea de pase para la mencionada Xargay. La catalana previamente se ha ido al poste bajo para ganar la posición y postear ante un rival sobre la cual tiene ventaja. La habilidad de la ‘gironina’ de espaldas al aro hace el resto. En la primera parte, dos veces jugó España está opción y dos veces acabó en canasta.

La gran salida de las españolas fue clave. Las últimas palabras de Mondelo en el banquillo antes del salto inicial parece que fueron más que motivantes para sus chicas: “No hay presión. Este es el partido de la ambición. Con las dos primeras carreras nos metemos en partido”. Unas sencillas frases que calaron muy hondo ya que Serbia tardó 5’30’’ en meter su primera canasta. El resultado fue un 10-0 y un posterior 19-4 determinantes. Nunca pudieron levantarse las serbias, que llegaron a perder de 23 a dos minutos del descanso. A diferencia que Turquía y la República Checa, en esta ocasión el rival ya no se levantó en la segunda mitad. 

Enésima exhibición de una España que cuenta sus partidos por victorias: ocho de ocho. Serbia volvió a caer igual que en los últimos cinco compromisos. La intensidad, calidad y excelente química de las españolas han sido las bases que han llevado al equipo a disputar la tercera final de un Eurobasket en su historia (Oro en 1993 y Plata en 2007, en Italia). Será el domingo y ante el anfitrión, Francia. Las españolas, con una medalla y la clasificación para el próximo Mundial en el bolsillo, a hacer historia.

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