El centro Aspar-La Besana, ubicado en Calzada de Valdunciel, colabora estos días con la campaña impulsada por los bomberos de Salamanca a través de la que se logró recoger miles de prendas de ropa y mantas para los refugiados -entre ellos multitud de niños- que malviven desde hace varias semanas en el campo griego de Idomeni, donde permanece a la espera de una solución digna para su situación mientras sus países de origen se desangran como consecuencia de la guerra.

La labor que se lleva a cabo en el centro armuñés es la de clasificar y empaquetar toda la ropa recogida. Multitud de cajas se apilan ya gracias al buen hacer de los voluntarios, en su mayor parte personas con discapacidad. Al primer golpe de vista destacan los carteles realizados en varios idiomas para que en destino se pueda conocer perfectamente el contenido de cada embalaje y para qué tipo de persona son más adecuadas esas prendas.

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