La lluvia ha protagonizado un año más la Semana Santa de Salamanca, sorprendiendo a muchas procesiones cuando ya se encontraban en la calle. Así, el desfile tuvo que darse media vuelta, en algunos casos colocando plásticos sobre los pasos, en otros volviendo a la carrera hasta el templo. De una forma u otra, el agua ha podido causar algún estrago sobre las tallas, de ahí que a partir de ahora las cofradías y hermandades deban revisar sus imágenes para ver si la lluvia ha provocado algún efecto.

Dos de las procesiones más afectadas por la tormenta fueron la del Cristo de la Agonía Redentora y la de Jesús Despojado. En el primer caso, cuando se encontraba junto a la Plaza Mayor en la medianoche del ya Jueves Santo, la procesión tuvo que regresar debido a una fuerte tormenta. La Cofradía Penitencial del Cristo Yacente de la Misericordia y de la Agonía Redentora optó por no tapar sus imágenes con plásticos y volver rápido. "Si hubiésemos parado hubiéramos tardado más tiempo", asegura su presidente, Julián Alcántara.

Una vez en el templo, examinado el Cristo, "está perfectamente. No tiene absolutamente nada porque no cayó agua con fuerza". Respecto al Yacente, Alcántara explica que durante su restauración se optó por una policromía especial contra este tipo de lluvia fina, de manera que tampoco ha sufrido daños. "Ha sido una Semana Santa para olvidar, no he conocido una Semana Santa así, nos queda la decepción de no haber podido llegar a Las Isabeles", concluye el presidente de la cofradía.

Algo parecido al Yacente sucede con Jesús Despojado, talla de reciente creación con una policromía especial. En su segundo desfile de Semana Santa se vio sorprendido por la lluvia cuando realizaba una estación de penitencia en la Catedral, debiendo resguardarse durante dos horas en el templo. Imágenes que han aguantado el chaparrón y ahora será el turno de los expertos para ver si los pasos y demás ornamentos han sufrido daño alguno.

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