Los nueve días analizados, 13 a 21 de abril, son días plenamente primaverales, caracterizados por temperaturas suaves, con medias cercanas a los 14 ºC, máximas que en promedio oscilan entre los 22 ºC y los 14 ºC, pero que pueden llegar a alcanzar valores veraniegos, como demuestran los 33,1 ºC registrados en Córdoba el 17 de abril de 2013, o los 32,3 ºC de Sevilla registrados ese mismo día. Las mínimas presentan grandes contrastes, con valores medios que en buena parte del norte peninsular quedan por debajo de los 5 ºC, mientras que en suroeste superan los 10 ºC. Al igual que las máximas llegan a alcanzar tintes veraniegos, las mínimas pueden alcanzar valores invernales; sirvan de ejemplo Ávila, con -8,6 ºC el 13 de abril de 1986, Valladolid, con -6,5 ºC, Palencia con -6,1 ºC o Segovia con -5,2 ºC, registradas el 16 de abril de 1994 en las tres estaciones.
Las precipitaciones son frecuentes; en la mayor parte de la Península hay precipitación casi la mitad de los días estudiados y aunque las más abundantes se dan en el Cantábrico, están presentes en toda la Península; en Canarias son bastante más escasas. En estas fechas todavía se producen nevadas, principalmente en Castilla y León. También el granizo y las tormentas pueden hacer su aparición, así como la niebla, bastante frecuente en el norte peninsular. En cuanto al viento, predominan los días con racha de viento entre 31 y 50 km/h, si bien en 8 de los 52 observatorios mostrados en las tablas se superaron los 100 km/h. Por último, reseñar que predominan los días nubosos, seguidos de los cubiertos, siendo los despejados los más escasos.
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