En marzo de 2007, las familias de los asesinados, entre las que se encuentran varios socios de la ASMJ, exhumaron sus restos. Se trata de Eduardo Mateos Rodríguez, Juan Manuel Manjón Hernández, Gregorio Moñita Martín, Gabriel Martín Martín, Rafael Rodríguez Pérez, Agustín Rodríguez Pérez, David Alonso Blanco, Luis Crespo Regalado, Cayetano Herrero Díez, Baldomero Pérez Pérez y otros cuatro cadáveres sin identificar, según las actas de defunción.
Pero en aquellos momentos las familias no contaban con la posibilidad de casar cada identidad con cada uno de los restos encontrados. Es decir, había 14 actas de defunción y 14 esqueletos, pero no se sabía qué acta correspondía a qué resto.
Fueron inhumados con dignidad en el cementerio de Nuevo Naharros, a la espera de poder resolver ese problema.
En octubre de 2009 la ASMJ solicitó a los juzgados de Salamanca el amparo de la Administración de Justicia para facilitar la identificación de estas personas, mediante las pruebas forenses más adecuadas, pero los juzgados contestaron que aquellos asesinatos no tenían relevancia penal, sino tan solo arqueológica.
En el año 2011 la ASMJ consiguió una subvención del Ministerio de la Presidencia para realizar la identificación de estos restos, que fue encomendada a un equipo de arqueología forense de Madrid, el cual llevó a cabo la tarea de casar cada resto con su identidad correspondiente.
Una vez completada esta tarea, y dado que ya existe un Memorial para las víctimas de la represión franquista, inexistente en 2007, la ASMJ va a inhumar con toda dignidad los restos de aquellos salmantinos asesinados en 1936.
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