En lo que sí han coincidido es que el Plan de Biodiversidad aprobado recientemente por el Ministerio de Agricultura para destinar importante fondos públicos a la organización agraria Asaja-Ávila, que propone cerramientos con vallas electrificadas, está absolutamente descartado, puesto que la experiencia dice que esta medida nunca ha dado resultado alguno.
Además UPA-COAG ha propuesto la necesidad de que se celebre una reunión entre las consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura, junto a las organizaciones agrarias, para abordar el funcionamiento de los muladares para que las explotaciones saneadas puedan dejar los animales muertos en el campo y sirvan de alimento para aves necrófagas y lobos.
Finalmente la organización profesional agraria hace un llamamiento a todos los ganaderos para que denuncien ante la Administración regional los ataques de lobos que sufran en su explotación, puesto que es la manera de que se inicie el expediente oportuno y tengan derecho a la indemnización directa si dicho ataque se ha producido al sur del Duero.
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