Los domingos hay un epicentro comercial por excelencia. Con las tiendas y grandes superficies cerradas, el rastro de La Aldehuela se convierte cada fin de semana en el lugar que los salmantinos eligen para las restricciones. Este domingo era especial, no sólo porque con la llegada de las atracciones de las ferias el rastro cambiará de ubicación, como cada septiembre, sino también porque era el primer día después de entrar en vigor la subida del IVA. Aunque, aludiendo a un anuncio de la tele, el rastro es como una república independiente.
De hecho, este domingo los puestos se jactaban de no aplicar el incremento tributario. "Aquí no subimos los precios, aquí los regalamos", vociferaban algunos vendedores ambulantes, mientras otros habían escrito algunos carteles donde se leía 'Sin IVA'. Porque los puestos del rastro también tienen su propio 'marketing' en busca de ofrecer gangas especiales. Ahora que la crisis aprieta, y el IVA amenaza con terminar de rematarnos, los mercadillos se convierten en alternativa para muchas personas.
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