Han sido varias las organizaciones sanitarias que se sumaron a la preocupación manifestada por la OMC y el CNPT y a la demanda de que su regulación sea equiparable a la del tabaco, entre ellas la Federación de Asociaciones Científico-Médicas Españolas (FACME); la Sociedad Española de Epidemiología (SEE); la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC); y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), además de la Asociación de Nofumadores.org
 
Según el presidente de la Organización Médical Colegial, el salmantino Juan José Rodríguez Sendín, esta decisión "no se corresponde con los compromisos verbales que, desde el punto de vista del Gobierno, se habían manifestado al respecto del cigarro electrónico y su posible regulación, como también nos extraña la inhibición del resto de Grupos de la oposición. No sabemos bien qué les debe pasar por la cabeza a todos ellos para que se planteen permitir una vieja dependencia que a tanta gente ha matado, vistiéndola con otro formato más amable, como es el e-cigarrillo".
 
A los profesionales se les ocurre que esta mayor permisividad otorgada con respecto al tabaco tradicional "pueda estar motivada por ignorancia". "Y si fuera por otras razones esperamos conocerlas", aseguró el doctor Rodríguez Sendín. Lo que sí está claro, añadió, es que "se está minando con ello la fuerza moral de la Ley Antitabaco, que es lo que puede que se esté buscando". El presidente de la OMC es consciente de que queda mucho camino todavía en la lucha contra el tabaco, pero lo que no es tolerable, desde su punto de vista, es "someter a la gente a riesgos ya comprobados y demostrados". "No se puede caer en la trampa", remarcó, aludiendo a un claro conflicto de intereses sanitarios y económicos. 

La decepción de los profesionales se centra, fundamentalmente, sobre tres aspectos: los espacios sin humo y sin vapor del cigarrillo electrónico; la promoción y publicidad; y la regulación de la fiscalidad, sobre los que piden que se avance en mayor medida, y se equiparen a las del tabaco. El presidente del CNPT, el doctor Francisco Rodríguez Lozano, teme que si se vuelve a permitir fumar en cualquier zona de restauración y de ocio puede representar "un duro golpe a la normativa que habíamos conseguido contra el tabaco en los espacios comunes, con el agravante del riesgo que entraña para los jóvenes y para los trabajadores del sector de hostelería".

 
Con la actual Ley antitabaco se ha logrado que España se situara a la cabeza de la lucha contra el tabaquismo "y no podemos permitir perder ese posicionamiento", además, como se remarcó, en otros países como Francia y Bélgica la prohibición de los e-cigarrillos en espacios públicos "como medida de prudencia que las autoridades sanitarias deberían poner en marcha también aquí", señaló Rodríguez Lozano.

Fiscalidad

 
El tema de la fiscalidad es otro de los aspectos decepcionantes de la reciente regulación del cigarrillo electrónico. "Es esencial especialmente en los jóvenes, por eso cualquier medida que tenga impacto sobre el acceso de este grupo de población a productos tabáquicos, sobre todo a la nicotina, es fundamental", según ha remarcado el máximo responsable del CNPT".
 
En el transcurso de la rueda de prensa se anunció, por otra parte, la elaboración de un manifiesto que recoja cuantas firmas sean posibles de todos los sectores sanitarios y de la ciudadanía en desacuerdo con cualquier tipo de regulación con el cigarrillo electrónico que no sea equivalente a la del tabaco, y trasladárselo al Senado, donde ha sido remitida a través de la nueva Ley de los Consumidores, para su tramitación parlamentaria.
 
Los profesionales sanitarios mostraron, por otra parte, su esperanza de que en la Cámara alta se rectifique lo que consideran un paso atrás en el control del tabaquismo en España. Y es que como remarcó la presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), Pilar de Lucas, "rompe la cadena de la lucha contra el tabaquismo". "Es una zancadilla a una normativa que ha resultado eficaz como ha sido la Ley antitabaco", como añadió, en este sentido, Raquel Fernández Megina, presidenta de Nofumadores.org., quien, alertó de los intereses económicos que puedan existir detrás de la introducción de estos nuevos productos promovidos, desde su punto de vista, por la propia industria tabaquera, y además, instó, a que se instaure "un principio de prudencia sobre el uso de este tipo de cigarrillos hasta que no se demuestre que realmente no son nocivos".
 
Precisamente, desde la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), su vicepresidenta, la doctora María Fernández, exigió, que el cigarrillo electrónico "sea equiparado a un producto medicamentoso sólo con el fin de que se puedan llevar a cabo estudios y ensayos clínicos que demuestren todas sus contraindicaciones y, en definitiva, que son inservibles para la deshabituación tabáquica". Asimismo, pidió que las autoridades tengan en cuenta la opinión de los profesionales y que "se ponga freno a lo que puede acabar siendo un nuevo hábito tabáquico, como se está haciendo en otros países como en EE.UU. donde en ciudades, como los Ángeles, según informaciones recientes, se ha prohibido vapear en lugares públicos. Exigimos, por tanto al Ministerio de Sanidad que regule en esa línea".
 
"No es la puerta de salida a la deshabituación tabáquica"

Durante la rueda de prensa se explicó la composición del cigarrillo electrónico con un alto porcentaje de nicotina, un componente altamente adictivo y nocivo, con graves efectos sobre el sistema cardiovascular, y causante de patologías como la aterosclerosis o disfunción endotelial, como explicó el cardiólogo y presidente de la Federación de Asociaciones Científico-Médicas, el doctor Carlos Macaya, quien, además, recordó la toxicidad que produce la nicotina, con un grave efecto a nivel neurológico central, donde se desencadena la adicción.

 
Por otra parte, este cardiólogo hizo hincapié en la reducción de infartos que se ha logrado gracias a la Ley Antitabaco, que alcanza el 10 por ciento en los últimos años. Además de la nicotina, como añadió la doctora de Lucas, "el cigarrillo electrónico contiene metales pesados como plomo y, sobre todo, níquel, auténticos potenciales carcinógenos, y propilenglicol, un irritante muy perjudicial para personas con EPOC o asma".
 
De ahí, según remarcó, por su parte, el presidente electo de la Sociedad Española de Epidemiología, el doctor Esteve Fernández, "el cigarrillo electrónico no puede considerarse como una puerta de salida a la adicción tabáquica sino giratoria, ya que quienes recurren a este producto son, por lo general, ex fumadores, o como puerta de entrada para nuevos fumadores, por lo general, muy jóvenes".
 
El doctor Fernando Martín, médico que deshabitúa fumadores de cigarrillos electrónicos en una Unidad de Tabaquismo del Servicio Cántabro de Salud, explicó que la absorción de la nicotina por el cerebro a través de estos nuevos productos se realiza de una manera muy rápida, lo cual acelera la adicción. "En las consultas de A.P. ya estamos encontrando con pacientes adictos a estos nuevos cigarrillos incapaces de mantener su abstinencia al tabaco". Por otra parte, alertó del descenso de personas que piden ayuda para la deshabituación tabáquica, con una caída de un 21 por ciento de demanda en los primeros meses de 2014.

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