Registro de sustancias estupefacientes en el pasaje del after de la Plaza Mayor

Agentes municipales han acudido con un perro detector de drogas como prevención y disolución ante las molestias que ocasionan los jóvenes. Acudieron hasta seis patrullas de la Policía Local, cuatro coches y dos furgones

 Registro de sustancias estupefacientes en el pasaje del after de la Plaza Mayor
Registro de sustancias estupefacientes en el pasaje del after de la Plaza Mayor

La Policía Local ha vuelto a rodear en el amanecer de este sábado el pasaje Coliseum, en el que se encuentra el after ‘Ambigú’, donde en los últimos meses se ha vuelto a ampliar la presencia policial durante los fines de semana. En esta ocasión, los agentes han realizado varios registros de sustancias estupefacientes a los jóvenes que se encontraban en el lugar. Para ello, incluso, han decidido llevar al perro detector de drogas.

Esta medida, sin embargo, trata de prevenir situaciones no deseables para los vecinos y de disolver a los jóvenes que se encontraban en el pasaje y evitar las molestias por ruidos y comportamientos que se vienen repitiendo en las mañanas de viernes, sábado y domingos.

En los últimos meses han sido muchas las actuaciones policiales en la zona. El pasado mes fue denunciado por ruidos y aforo, aunque no fue desalojado, algo que sí ocurrió anteriormente en varias ocasiones en febrero, cuando también le precintaron los equipos musicales. Y es que cuenta con licencia de cafetería, que permite sólo tener música de forma ambiental, con un límite de decibelios muy bajo, después de que el Ayuntamiento decidiera no renovársela.

A pesar de ello, la fiesta continúa en esta cafetería cuando cierran todos los establecimientos de ocio nocturnos, con el perjuicio que ello supone para los vecinos. A SALAMANCA24HORAS contaban que los problemas de ruido eran lo menos perjudicial para la mayoría, ya que solo a algunos del primer piso les llegaba el mismo.

Sin embargo, el ambiente que se da a primera hora de los días de fines de semana sí provoca discrepancias. De hecho, un vecino de un portal contiguo afirmaba que las zonas comunes de su edificio aparecían encharcadas después de que los jóvenes orinen en las mismas e, incluso, con excrementos, principalmente en el ascensor.

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