¿Qué expectativas tiene para el Día del Libro? Todos los condicionantes parece que ayudan.
Es cierto. Las buenas perspectivas tanto en la climatología como de afluencia de público, al ser festivo el lunes, hacen que esperemos vender más que en años anteriores. Poco a poco la economía se está reactivando y también los libreros notamos que los salmantinos compran con algo más de alegría que antes.
¿Qué supone una fecha como ésta para el sector?
Muy importante. Para un librero el Día del Libro supone un ingreso excepcional que ayuda a recuperar las ventas tras meses tradicionalmente flojos como enero y febrero, en los que las familias se recuperan de los gastos navideños.
No me equivoco si digo que está a favor de que se desarrollen más acciones en favor del sector…
Toda actividad en la que se fomente los beneficios de leer, sea la que sea, siempre es bienvenida y más en Salamanca, que tiene la cultura dentro de su ADN.
Gran parte de la vitalidad cultural de la ciudad se debe a sus librerías. ¿Han sabido adaptarse a los nuevos tiempos?
En una gran mayoría, sí. En Salamanca tenemos varios ejemplos de librerías que han sabido aprovechar las nuevas tecnologías, pero también tenemos otras que se han quedado estancadas. Aquí radica la importancia de las asociaciones como la nuestra en la que les prestamos a los pequeños empresarios todo el apoyo para que no se queden atrás.
¿Cómo llevan la competencia de comercio electrónico?
Tenemos una gran competencia online y es cierto que está haciendo mucho daño. El verdadero valor de las librerías salmantinas está en el trato con el cliente, en saber aconsejarle… Darle un valor añadido, a través de un servicio personalizado. Por ello, desde ASECOV llevamos tiempo concienciando a los salmantinos de que comprar en el pequeño comercio beneficia a toda la ciudad.
Hablemos de otro enemigo: el libro electrónico.
En mi opinión, la piratería es el verdadero enemigo de las librerías. Cuando una persona descarga sin autorización material que está protegido por derechos de autor está cometiendo una ilegalidad que afecta al trabajo de muchas personas. En esta cuestión tenemos que ser más severos y valorar el trabajo que realizan, en este caso, los escritores. Respecto al libro electrónico, no es más que otro formato que, curiosamente, ha hecho que cada vez más nuestros clientes echen en falta el papel. ¿por qué? La diferencia de precio es pequeña, las restricciones de los libros electrónicos en cuanto al uso y la sensación que prefieren muchos clientes de poder tocar lo que estás leyendo.
Recientemente, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) indicó que uno de cada tres españoles no lee nunca o casi nunca. ¿En qué hemos fallado?
La educación. Somos una sociedad en la que nos gusta que nos lo den todo hecho. Buscamos lo fácil, lo inmediato. Ahí radica la popularidad de la televisión. Hay que educar desde pequeños en que leer es una actividad tan divertida como ver una serie o una película. Si no, la lucha la tendremos perdida por mucho que se insista fuera de casa.
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