En breve en el barrio del Oeste habrá un árbol de los chupetes. Se trata de crear un lugar donde los más pequeños puedan dejar sus chupetes intentando que este hecho no sea traumático, colgándolo de las ramas, una vez que los han dejado de usar. Pretende ser también lazo de unión y punto de encuentro junto al que realizar algunos actos lúdicos y solidarios, como cuentacuentos para niños de 0 a 3 años acompañados de sus padres, madres, abuelos...
La Asociación Española de Pediatría aconseja limitar el uso del chupete hasta el año de vida. "Entonces, si el pequeño ya ha llegado a esa edad, conviene plantearse que ha llegado la hora de dejar de lado ese gran tesoro. La manera en la que se haga ha de ser hablada con el niño, intentar hacerle entender que es por su bien y que es un paso para ?hacerse mayor? (aunque para nosotros seguirán siendo bebés mucho tiempo más) y no de la noche a la mañana: puede ser un proceso gradual", explican desde la asociación de vecinos ZOES. "Realizar un acto simbólico como cambiar el chupete por un juguete, dejarlo en alguna excursión especial, cederlo a algún bebé más pequeño o colgarlo en un árbol, podría resultar de ayuda en este trance. De ahí que los árboles de los chupetes sean algo que se va extendiendo a lo largo del mundo", añaden.
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