‘Stop Uranio’, alerta del peligro sobre los efectos del gas radón para la salud pública de los vecinos de las comarcas afectadas e incluidas en este proyecto. Consideran que este gas está reconocido por la Organización Mundial de la Salud como una de las causas principales de cáncer pulmonar, cuyos productos derivados de su desintegración pueden adherirse con facilidad a las partículas de polvo suspendidas en el aire. El aumento de la concentración de este gas en el aire conllevaría lo mismo para la variable de riesgo de cáncer de pulmón.
Además, consideran que los empleos prometidos por la empresa no se consideran una solución suficiente para las zonas afectadas. No solo eso, sino que además se destruirían otros empleos permanentes de los que dependen gran parte de la provincia de Salamanca. Y qué decir de las posibles consecuencias negativas para la población que sostiene esta plataforma como la salud de los trabajadores, vecinos de decenas de kilómetros a la redonda que permanecerían en riesgo constante de contaminación radioactiva.
Desde la plataforma contra el proyecto de explotación minera en la provincia también consideran que hay otras alternativas para Salamanca más allá de los peligros asociados a esta actividad minera. Así pues, subrayan “que la empresa obedece únicamente a fines especulativos aprovechándose de la grave crisis económica que atraviesa el país”.
El proyecto
Berkeley Minera España S.A., filial de la compañía australiana Berkeley Resources Ltd., pretende aprovechar dentro de la comarca salmantina del Campo Charro una concesión de explotación de 2.517 hectáreas para la extracción y procesado de mineral de uranio por lixiviación estática, entre los términos municipales de Retortillo y Villavieja de Yeltes. El proyecto, denominado "Retortillo-Santidad", implicará un movimiento de tierras superior a los 200.000 m³ anuales, cinco megavoladuras a la semana y el procesado de 2.000.000 de toneladas/año de mineral de baja ley, del que se preveen la extracción 1,5 millones de libras de óxido de uranio al año (aproximadamente 675 toneladas). La explotación, prevista para 11 años (incluyendo las tareas de preparación, producción, restauración y clausura), estará dividida en dos zonas: la de Retortillo (2,7 kilómetros de longitud por 580 metros de anchura) y la de Santidad (de 1,6 kilómetros de longitud por 310 metros de anchura).
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