Un sol radiante bañaba la tarde de este viernes en Salamanca, que recibió la visita de la vicepresidenta del gobierno en funciones Soraya Sáenz de Santamaría. Igual de radiante que la sonrisa que dibujaba su cara en cada foto y en cada instante que querían inmortalizar los salmantinos para el recuerdo.
Los ?selfies? volvieron a ser los protagonistas y el alcalde Mañueco volvió a servir de fotógrafo improvisado como ya hiciera durante la reciente visita de Mariano Rajoy. Tampoco faltó la música flamenca, que volvió a colarse en la campaña electoral. Eso sí, esta vez no pareció ser un acto improvisado como sí dio la impresión de serlo hace unos días con la presencia de Albert Rivera. En Salamanca, las guitarras persiguen a los políticos.
A su paso, la vicepresidenta desataba pasiones y no dudó ni un momento a la hora de tener que compartir aunque fueran segundos de conversación con los salmantinos. Su estilo y su forma de vestir también dio que hablar para algunas que quedaron maravilladas por sus tacones. Igual de maravillada que Soraya cuando entró en la Plaza Mayor observando con detalle cada rincón del monumento copado por la instalación del Festival Luz y Vanguardias del que Mañueco dio cuenta.
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