Albert Pla: “Las leyes son una fantasía humana, mentiras que inventan los hombres”

El artista catalán, que actúa en Salamanca este 8 de noviembre, guarda un buen recuerdo de sus anteriores actuaciones en la ciudad charra, y se alegra de que la industria musical cambie después de “80 años donde se hacían cosas redonditas que sonaban”

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Albert Pla (Barcelona, 1966) siempre ha hecho canciones de las llamadas ‘de autor’ con un tono irónico y satírico. En ocasiones polémico, el artista es capaz de crear contenidos tanto en catalán, su lengua natal, como en castellano.

Con motivo de su actuación en Salamanca (ciudad de la que guarda un gran recuerdo) el próximo 8 de noviembre, SALAMANCA24HORAS charla con el cantautor. Pla se alegra de que la industria musical esté cambiando, y recuerda la figura de Daniel Viglietti, cantautor uruguayo recientemente fallecido.

-¿Cómo te definirías como artista?

-¡Uf, qué complicado! No soy artista, como mucho comediante.

-¿Y te gusta que te califiquen de polémico? ¿Tú crees que eres polémico?

-Ni me va ni me viene.

-La ironía es uno de tus puntos fuertes.

-Forma parte de mi espectáculo. No puedo evitarlo. Cuando estoy haciendo una canción y se me ocurre una cosa no puedo dejar de evitarla.

-Tus canciones siempre tienen un mensaje bastante explícito. No has dudado en hablar de terrorismo o de la monarquía.

-No la critico, qué va. Me pongo a su favor. ‘Carta al Rey Melchor’ trata de un republicano que se enamora de la princesa y quiere dejar de serlo.

-¿Te sientes más cómodo cantando en catalán o castellano?

-En las dos lenguas, no he tenido problema ninguna de las dos. Con el castellano me divierto un poco más, porque juego un poco más. El catalán me sale más natural.

-Te lo pregunto porque Santi Balmes, de Love of Lesbian, comentó hace tiempo que el español era un idioma poco melódico para cantar, que eran mejor el catalán o el inglés por la construcción fonética. No sé si tú eso lo notas de algún modo.

-Sí. En castellano me cuesta un poquito más, el catalán es más agradecido para el verso, en mi opinión, porque tiene palabras más cortas y aguda. En castellano siempre te queda una palabra colgada, una sílaba colgando.

-A la hora de hacer colaboraciones siempre has estado bien rodeado. Robe Iniesta, Manolo Kabezabolo, El Canijo de Jerez o Kase O entre otros. ¿Te has empapado tú más de ellos o ellos de ti?

-Yo creo que son ellos los que me han empapado. Siempre que he colaborado con alguien ha sido por pura admiración y por intentar aprender algo.

-La industria musical, ¿está cambiando? Porque al final las grandes compañías se han hecho con los artistas que iban saliendo.

-Pues no tengo ni idea. Está bien que los artistas canten. Siempre es lo que han hecho, los cantantes han cantado, excepto los últimos 80 años, donde ha habido un paréntesis en el que hacían cosas redonditas que sonaban.

-Pero ahora es un mundo que da más oportunidades. Tanto para artistas como para estilos.

-No tengo ni idea de cómo le va a los demás artistas. Yo hago lo que puedo. Intento sobrevivir, como siempre he hecho. No sé cómo andará el asunto.

-Sin embargo, la gente ya no consume físico, sólo digital.

-Parece ser. No vale la pena que salga un disco.

-Hace mucho que no haces un disco.

-Los dos últimos espectáculos que he hecho, ‘Manifestación’ y ‘Guerra’ no saqué. Puede que con lo nuevo saquemos uno, en enero.

-Y hablando de artistas y estilos, ¿qué y a quién es a quien más escuchas?

-A mí me gusta escuchar a mis amigos o lo que me recomiendan mis amigos. Es complicado decir uno sin más. No sigo nada en concreto. No me llama nada la atención. Quisiera recordar a Daniel Viglietti, un gran cantautor uruguayo que ha muerto el pasado 30 de octubre. Quisiera desearle mucha suerte.

-Centrémonos en Salamanca. Actúas aquí el próximo miércoles. ¿Qué público esperas encontrar?

-El que tenga ganas de venir. Que se vengan si tienen ganas. Pero la verdad es que no lo sé.

-¿No te fijas en el público cuando cantas?

-Sí, lo veo en borroso. Pero hostia, nunca caí en fijarme en la edad que tienen. No sé, me fijaré esta vez.

-¿Hace cuánto no actúas en Salamanca?

-Igual hace 10 o 15 años que no vamos. Antes íbamos mucho. Fue de las primeras ciudades que nos acogió cuando empecé a cantar en castellano. Es un sitio total y mágico.

-¿Y qué se va a encontrar la gente que vaya a tu espectáculo?

-En el espectáculo voy yo con la guitarra, y me acompaña Diego Cortés, con otra guitarra. No voy a decirte el repertorio porque no sé qué sala es, si la gente va a estar sentada, de pie, borracha, serena, inquieta o triste. Depende de lo que percibamos del público iremos atacando, tocando unas (canciones) u otras o improvisando.

-¿Siguen los jóvenes prefiriendo música reivindicativa o la banalización se ha apoderado de ellos?

-No tengo ni idea. Mi música es más banal. Hay música de baile y lo mío no lo ves mucho. No hago las canciones para que la gente baile. Tengo una o dos, pero no.

-Si los jóvenes son el futuro, ¿qué futuro nos espera?

-No lo sé. ¿Tú eres joven o viejo?

-Joven.

-Pues seguramente yo me voy a morir antes que tú. Ese es el futuro que nos espera.

-Algún mensaje que pueda llegar a la gente y a los jóvenes.

-A los jóvenes les diría que todo lo que le dicen los mayores, todo lo que ven, las reglas, leyes y estas cosas, todas son mentiras. Que no se las crean. Que es mentira. Las leyes son una fantasía humana. Mentiras que se inventan los hombres según qué países. Son mentiras e ilusiones. Sirven para explicarnos cosas que no son verdad.

Un público rendido a las excentricidades de Albert Pla

Una multitud impaciente esperaba a Albert Pla, que se demoraba en empezar. Pero el catalán demostró que lo bueno se hace esperar. Salió. Él y su guitarra. Y rápidamente se metió en el bolsillo a las casi 150 personas que no tardaron en ovacionarlo.

Albert Pla hizo bien en definirse a SALAMANCA24HORAS como un comediante más que como artista, porque su espectáculo es una mezcla entre monólogo, charla con el público y canciones de temática crítica. Criticó el abuso de las nuevas tecnologías. Criticó el exceso de burocracia. Criticó a la sociedad impasiva. Y no dudó en criticarse a sí mismo.

Diego Cortés, a la guitarra, añadía una fuerza mayor al show. Y su solo con el leit motiv de 'Entre dos aguas', de Paco de Lucía, dio paso a los temas más conocidos del cantautor de Sabadell, que otorgó un bis a un público emocionado. 'Joaquín el necio' cerraba un concierto peculiar, pero que gustó a todos los asistentes.

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