“Hay muchos motivos para seguir reclamando una salida justa de la crisis, pero hay dos razones que nos unen por encima de todo: ni nos resignamos a aceptar callados más recortes sociales, laborales o económicos; ni estamos dispuestos a aceptar esa idea que se nos quiere inculcar de que nuestros hijos estén condenados a vivir peor que sus padres”, subraya el manifiesto.
En ese documento, los firmantes recuerdan que en Castilla y León hay 250.000 personas en situación de desempleo, de los cuales 114.000 carecen de prestación y 90.000 familias tienen a todos sus miembros en paro, a la vez que uno de cada cinco ciudadanos vive por debajo del umbral de la pobreza. Esta mala situación, añade, se agrava con las decisiones políticas que conllevan “drásticos” recortes sociales, económicos y laborales que supone “un duro azote” al “ya menguado” estado del bienestar, en especial, de las zonas rurales.
“Tras cinco años de crisis económica, lo único que crece es la desigualdad, el desempleo, la miseria, la exclusión social y las dudas sobre unos dirigentes políticos cuya pertinaz insistencia en políticas fracasadas resulta inaceptable”, añade. Según estos colectivos, las políticas de ajuste y de control del déficit que se promueven desde Europa y desde los mercados financieros “está generando el efecto contrario”, es decir, “más paro y más recesión económica”. Es hora, subraya el comunicado, de reafirmar el compromiso con la propia democracia y con la soberanía de los estados frente a las exigencias de los mercados financieros. Por eso, exigen que “se devuelva a la política su condición de herramienta al servicio de las personas, expulsando a corruptos de la vida pública y acometiendo las reformas constitucionales que sean precisas para mejorar la calidad democrática”.
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