A finales del año pasado entró en vigor del estacionamiento de pago, conocido como zona ORA, en el entorno de la calle Padre Cámara y Las Claras. Una decisión que en su momento fue muy criticada por los vecinos y usuarios habituales de esas plazas de aparcamiento pero que, debido a la peatonalización de calles del centro, el Ayuntamiento de Salamanca está obligado por contrato a mantener el número de plazas de pago para el estacionamiento de vehículos trasladándolas a otras zonas como ha sido el caso.
 
La última ampliación de la ORA afecta a dos zonas comprendidas entre la Gran Vía y el paseo de Canalejas y entre las calle María Auxiliadora y el paseo de la Estación. Las calles son el Cáliz, el Grillo, Hortaleza, Lucero, Obispo Barbado Viejo, Pedro Cojos, el Rodillo y Santa  Clara, con zona azul (dos horas, como máximo para el estacionamiento), y Don Bosco, Juan del Enzina, Padre Astete, Padre Cámara, Primero de Mayo y Santander, con zona verde (cuatro horas, máximo para el estacionamiento). Como regla general, los residentes de la zona regulada por ORA pueden aparcar sin limitación horaria y mediante el abono de una tarifa especial.
 
Transcurridos algo más de cuatro meses de aquello, SALAMANCA24HORAS se ha desplazado a una de esas zonas para comprobar, in situ, la aceptación de las nuevas zonas de pago. Y lo cierto es que se puede describir, a día de hoy, a esas zonas como un oasis en las que los coches escapan de aparcar allí a la vista de los sitios libres para el estacionamiento que se aprecian. Por lo que parece, los salmantinos aún son reticentes a pagar por aparcar si no es necesario. Al menos en las calles adyacentes a la de Padre Cámara donde se ha hecho la comprobación en una mañana de un día cualquiera laborable donde los sitios libres ganan la partida a los ocupados.

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