Tras descansar en el Convento de las Dominicas Dueñas de Cabañales desde que acompañara al Nazareno en el Vía Crucis del Martes Santo, la Virgen de la Esperanza puso rumbo a laCatedral este jueves. Las damas de la cofradía,, ataviadas con abrigo negro, peineta y mantilla negra acompañadas de los hermanos, con túnica de raso verde y blanca, han acompasado su paso al de la Esperanza ante miles de espectadores que ansiaban su paso. 

La Virgen de la Esperanza abandonó la iglesia conventual de Cabañales a las diez y media de la mañana para atravesar el Río Duero sobre el Puente de Piedra y avanzar hasta la calle Balborraz, cuya subida ha pasado a convertirse en una de las imágenes más icónicas del Jueves Santo en la Pasión zamorana. Los cofrades y las damas dirigieron sus pasos por las calles del casco antiguo de la ciudad hasta el atrio de la Catedral.

Una vez allí, se proclamó el cántico de la Salve, que indica el reposo de la procesión hasta el año que viene, no sin antes inundar de esperanza la capital del Duero ante vecinos y turistas. La figura de la Virgen de la Esperanza, tallada como imagen de bastidor de 1,70 cm de altura y cuyos brazos y cabeza son articulados, fue realizada por Víctor de los Ríos y ha dejado momentos reseñables como su entrada en el Puente de Piedra y la salve que se canta por todos los cofrades en el atrio de la catedral, como colofón y despedida a la Virgen de la Esperanza.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído