La base de este convenio se sustenta en cuatro puntos básicos: primero, que en función de su naturaleza y objetivos, ambas están llamadas a desempeñar un papel fundamental en el ámbito de la cooperación académica, científica y cultural en el ámbito iberoamericano. Segundo, en el intercambio de experiencias, conocimientos científicos y académicos con intereses comunes, a través de programas y centros de estudios.
Tercero, que las dos instituciones tienen campos de interés comunes e idénticos, y cuarto, que las dos están interesadas en consolidar los vínculos de cooperación y acciones específicas en lo referido a los estudios e investigaciones promovidos por la USAL a través del Grupo de Estudio sobre la Corrupción, y el Programa de Doctorado en Estado de derecho y Gobernanza Global.
Este convenio implica que a partir de ahora ambas partes podrán generar canales de colaboración continua a través de estos dos programas. También tendrán la posibilidad de generar proyectos de investigación, seminarios, congresos, intercambios y proyectos académicos y científicos. Además de esto, las dos universidades concretarán actividades anuales sobre intercambio de profesorado e investigadores.
Eduardo Enrique ha hablado de este acuerdo como una gran oportunidad: “Queremos seguir un carácter de gratuidad, de universidad sin muros y autarquía”. El rector ha calificado su universidad como una representación de honradez, justicia, que ha seguido siempre una trayectoria impecable basada en la calidad y la excelencia. En cuanto a la USAL, Daniel Hernández ha declarado que los convenios tienen vertientes generales, de dobles titulaciones y programas de doctorados. “Tenemos vocación latinoamericana, estamos muy volcados en ello y nos sentimos obligados por tradición”, ha añadido. Además, según ha manifestado, este acuerdo atraerá un gran número de estudiantes y posibilidades.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios