La Universidad de Salamanca acoge durante los días 29 y 30 de septiembre la primera Cumbre de Presidentes de Consejos de Rectores de la Unión Europea, América Latina y el Caribe, una serie de conferencias en las que se tratarán de sentar las bases de un espacio de colaboración común.
A la inauguración han asistido, además del rector, Daniel Hernández Ruipérez; Manuel López, presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE); Harald Hartung, jefe de la Unidad de Cooperación Internacional y Programas de la Dirección General de Educación y Cultura de la Comisión Europea; Federico Morán, secretario general de Universidades; Marina Villegas, directora general de Investigación Científica y Técnica; Alfonso Fernández Mañueco, alcalde de Salamanca; y Juan José Mateos, consejero de Educación de la Junta de Castilla y León.
“Desde el Ministerio de Educación aplaudimos esta primera conferencia, es muy importante y estratégico que sea en España porque implica un compromiso de la Unión Europea con Latinoamérica y Caribe. Queremos que la universidad española tenga una proyección hacia fuera y una acogida hacia adentro de alumnos”, ha señalado Federico Morán, secretario general de Universidades. Además, ha reiterado la intención de establecer grados de diferente duración, de tres o cuatro años: En Europa hay una flexibilidad en los grados, en todos los países conviven grados de 180 con 240. En España se fijó muy rígido no permitir grados que no fueran de 240 y ahora lo que queremos es cambiar, es decir, no obligar a todo el mundo a que tenga grados de tres años, sino de tres y cuatros y que cada uno elija el grado con libertad igual que está pasando en Europa”.
Por su parte, el presidente de la CRUE, Manuel José López, ha centrado el interés de los rectores en estos momentos “en la movilidad de profesores y estudiantes, la elaboración de proyectos de investigación conjuntos y la potenciación de los másteres y enseñanzas de posgrado”.
Por último, el consejero de Educación ha indicado que el aumento de la tasa de reposición del 10 al 50 por ciento es “una buena noticia”, aunque hubiera preferido que se eliminara por completo. “Yo le pediría al Ministerio que añadiera algo que me parece muy importante, que hiciera un calendario que nos permitiera hacer una mejor planificación. Este año podemos aceptar bien el 50, pero sería buena que al año siguiente subiera al 75 y terminara desapareciendo la tasa”, ha sentenciado.
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