Por iniciativa de un grupo de amigos del poeta José Ledesma Criado, este sábado, en el décimo aniversario de su fallecimiento, se ha llevado a cabo un pequeño homenaje en el espacio de la calle de San Pablo en que se encuentra su escultura. 

Durante este acto, en el que estuvo presente el alcalde, se descubrió el mural escultórico que estos días se ha instalado allí, en homenaje al poeta, obra de su hijo Fernando Ledesma. Con él quiere regalar a la ciudad un recuerdo permanente de quien tanto hizo por aglutinar y dar voz al mundo literario salmantino.

Abogado de profesión, una escultura de Fernando Mayoral le representa ataviado con su característica capa salmantina, sentado junto a la muralla de Salamanca, como habitualmente solía hacer tras sus largos paseos. Solía pasar sus vacaciones estivales en Figueira da Foz, Portugal, donde llegó a ser un personaje muy popular, hasta el punto de que una de las plazas de la localidad lleva su nombre. A esta ciudad dedicó parte de su obra.

Uno de los promotores de la revista Álamo, el poeta José Ledesma Criado fue miembro de la Academia de Juglares San Juan de la Cruz de Fontiveros (Ávila), miembro de la Academia Castellana y Leonesa de Poesía y miembro de número de la Institución Gran Duque de Alba.

Fue finalista del Premio Nacional de Literatura (1978), premio Ciudad de Guipúzcoa, de Poesía provincia de Segovia, premio Ciudad de Irún, Ademar (dos ediciones) y en 1980 ganó el concurso para la creación del himno de la Unión Deportiva Salamanca compuesto junto a Jesús García Bernalt.

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