Por orden de importancia, el 45% de las averías veraniegas se producen por humedad siendo especialmente peligrosa la que se genera por agua de mar. La sal corroe mucho más el interior del dispositivo que otros elementos por lo que se recomienda llevar una funda impermeable mientras permanezcamos en la playa y, en caso de que se moje el teléfono, quitar la batería de inmediato para evitar cortocircuitos con la placa y llevarlo enseguida al servicio técnico.
El sol es el segundo factor que motiva el 30% de las averías en época estival. La excesiva exposición del terminal a los rayos solares provoca que el display pierda color y, en muchos casos, desemboca en un cambio de pantalla. Se recomienda guardar el móvil en las bolsas de playa o mochilas y evitar dicha exposición que puede acabar en una de las reparaciones más costosas.
Por último, y no menos importante, la arena de la playa es el motivo que supone el 25% de las averías en los meses que van de Junio a Septiembre. El principal problema que produce es la obstrucción de los conectores de carga y auriculares, por lo que hay que proceder a su limpieza. Como recomendación para evitar este problema se aconseja utilizar tapones destinados al efecto y que se pueden encontrar en tiendas especializadas como Movilquick.
Raúl Cuadrado, director de Movilquick, afirma “estos consejos alargan la vida útil de nuestros terminales en una época que resulta de las más peligrosas para ellos, a pesar de que para nosotros es la más placentera. El uso que se le da al teléfono móvil en verano es mucho mayor y, por tanto, está más expuesto a las condiciones extremas de sol, agua y arena. Una buena funda impermeable, evitar el contacto directo con el sol y taponar las conexiones del terminal reduce en un 70% el riesgo de avería en los teléfonos” .
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