¿Qué es un orbe? Se trata de un fenómeno en forma de círculo luminoso que aparece en las imágenes fotográficas y cuya existencia ha provocado divergencia de opiniones entre los que con rotundidad afirman que son partículas de polvo o gotas de vapor de agua en suspensión, o aberraciones lumínicas producidas por la luz del flash, y los defensores de teorías ligadas al misterio relacionando estas esferas con la presencia de seres elementales, energías inteligentes, seres espirituales, ángeles, etcétera. Incluso existe una teoría de la Física, del instituto Max Planck, que avala la existencia de vida orgánica espacial y consciente en forma de polvo de estrellas. ¿Increíble verdad?

Este tipo de imagen a diferencia de lo que muchas personas piensan, se obtienen con las cámaras de tipo digital y analógico, y se obtienen con luz artificial espontánea (flash) y con luz natural. Es cierto que con la llegada de las cámaras digitales, el fenómeno orbs se ha acentuado principalmente debido a la presencia de los sensores y la calidad del entramado del pixel. 

Sin lugar a dudas otro factor a tener en cuenta es el hecho que con las cámaras digitales podemos realizar 400 ó 500 fotos y revisarlas una a una al momento. Sin embargo con las de película o analógicas esto no ocurre ya que cada bobina lleva 36 exposiciones y que no serán revisadas hasta el momento del revelado.  Así pues, es cierto que con las cámaras de tipo digital parece acentuarse este fenómeno pero no se hace exclusivo de ellas. 

Aproximadamente y durante los últimos 13 o 15 años, he realizado un total de 13.000 fotografías en diferentes lugares y situaciones. Unas de tipo paisajístico y otras en las labores de ?captura? de los orbs. Muchísimas de estas capturas fueron realizadas en plena noche o madrugada, con la intervención del flash en unos casos y en otros no. Otras, en menor número, han capturado a estas esferas lumínicas a plena luz del día, dejando en evidencia diferentes matices de color, forma y leve desplazamiento. En muchas de estas experimentaciones fotográficas he utilizado diferentes tipos de cámaras. Unas compactas y otras réflex. En unos casos de forma independiente y en otros sincronizando hasta cinco cámaras para que con los mismos parámetros realizaran el disparo a la vez y enfocando hacia el mismo punto. 

Entonces, ¿Por qué el fenómeno orbe sale reflejado en unas cámaras y en otras no? Voy más lejos. En la madrugada del domingo 21 de septiembre de 2007, el amigo Sergio González, Francisco Ferrer, Paco Navarro y yo, acudimos hasta el conocido Barranco de Badajoz con la intención de realizar fotografías utilizando tres cámaras de la misma marca y modelo y ajustadas con los mismos parámetros de sensibilidad, obturación y diafragma. 

La cámara utilizada fue la Nikon D70S con óptica 18-70 mm. Para la experimentación se ajustaron los siguientes valores: Longitud focal: 18 mm., tiempo de exposición: 1/30 segundos, sensibilidad: 400 ISO y modo de flash automático. Para este experimento se realizó una cadena de disparos sincronizados a intervalos de 2 segundos. La sorpresa fue ver como en un total de 30 fotografías solo se obtuvo imágenes de orbes en cuatro de ellas, tres en una de las cámaras y una en otra.  

¿Qué factores se nos escapan para otorgar la responsabilidad a la máquina? 

No lo sé, pero a estas alturas no me vale el argumento que intenta dar explicación a este fenómeno simplemente aludiendo a la presencia de partículas de polvo o de agua en suspensión. Es cierto que estos factores están presentes en muchas de las imágenes orbs obtenidas, pero no es menos cierto que tanto el polvo como el agua no puede desvanecerse para una cámara y para otra técnicamente idéntica y sincronizada en tiempo y posición no hacerlo. ¿Hay algo más? Sinceramente, ¡no lo sé!

Y saltan las hipótesis más extravagantes y psicodélicas. Postulados a favor de lo insólito, rayando muchos de ellos lo auténticamente paranoico. Una de las hipótesis más llamativas, la que afirma que estas esferas son en realidad los denominados seres elementales. Esta es una de las teorías más aceptadas por aquellas personas que otorgan al fenómeno, trascendencia mistérica e incluso espiritual. Creo oportuno dejar claro en este punto, que lo que aquí expongo es simplemente una hipótesis y que aunque no la comparto en absoluto, es necesario mostrarla para crear debate y opinión. 

Los orbes serían según estos postulados, seres de tipo elemental, residentes en el plano astral y que interactúan en nuestro plano con determinadas personas con intención de comunicar, guiar, advertir o jugar. Hablaríamos en este caso de elementales del aire, o lo que es lo mismo, hadas, sílfides y silfos que toman la apariencia de energía lumínica y esférica. 

Estos seres elementales no solo se manifiestan como orbes sino que lo hacen incrustándose o mimetizándose con el entorno en el que se desarrollan y desenvuelven. Se trata de seres con hábitos y prácticas positivas aunque en algunos casos pueden mostrar cierta hostilidad contra aquellas personas que interactúan negativamente con el entorno y entre ellos mismos. Estos seres elementales pueden sincronizarse con determinadas personas en nuestro plano de existencia y canalizar así la energía para la obtención de beneficios para la Madre Naturaleza y la perfecta convivencia con ella. 

A lo largo de estos últimos años, he podido establecer contacto con muchas personas que avalan y defienden esta teoría sobre orbes como seres elementales y otras muchas que van un poco más allá y los relaciona con entidades del bajo astral. ¿Y si hablamos de los ángeles? Elementales regidores del éter, los ángeles se manifiestan en forma de orbe al igual que los demás seres elementales aunque con una marcada diferencia y es la posibilidad de tomar forma humana y ser el único interlocutor válido entre Dios y el Hombre. A veces se muestran a través de una imagen antropomórfica pura y perfecta, y otras tantas simplemente a través de una luz especial o un aroma perfumado. 

Estela T. R., profesora, así lo cree: ?Son guías espirituales, algo así como señales de luz que nos llevan por el camino acertado. Estoy convencida de que están con nosotros en todo momento haciendo de guardianes de nuestra persona en unas ocasiones y en otras de severos maestros. No sé si alguna vez te has fijado en la estructura de un orbe en su interior, pero si lo haces podrás ver como hay vida dentro de él y como esta estructura cambia a razón del estado de ánimo del ángel que lo forma?.

Llegados a este punto, y aún a sabiendas que a muchos lectores tal y como me ocurre a mí mismo, estas líneas han podido causarle la carcajada, se hace necesaria una intensa reflexión sobre que está haciendo mal el ser humano para que un puñado de personas repartidas por medio mundo, necesiten agarrarse a una anomalía técnica para encontrar la paz espiritual. Claro que visto así, existen millones de personas en el planeta que se agarran a la idea de una entidad superior llamada Dios, que tampoco es que se manifieste de mejor forma o con mayor claridad.

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