Para Javier Hernández, joven agricultor, ganadero e ingeniero agrícola que desempeña con ilusión su actividad profesional en el campo en Doñinos de Salamanca, la mayor problemática existente en el sector son los gastos a los que tienen que hacer frente los agricultores. “El gasóleo y los fertilizantes tienen unos precios bastante elevados ahora mismo y se nota que el agricultor los acusa mucho en su trabajo”, señaló.

Por otra parte, consideró que en la situación actual “es bastante difícil vivir con pequeñas explotaciones”. A parte, en relación a las actuaciones por parte de la administración y del Gobierno, declaró “que debido a la crisis no contamos con las ayudas acordadas, las cuales, o se han visto muy reducidas o ni si quiera te llegan”. “Así es complicado salir adelante, sobre todo, para los jóvenes agricultores que necesitamos una inversión importante”, añadió.

En el sentido de si existe una posible solución, señaló “que ninguna a corto plazo. No se me ocurre una solución concreta”. “Si suben los cereales al ganadero le va mal por el precio que adquiere el pienso… Al final, es la pescadilla que se muerde la cola”. Aunque también añadió “que menos mal que ahora mismo los precios de los productos en el mercado no están mal y eso nos ayuda a tirar para adelante si sacamos buena cosecha”.

Lo que si tiene claro Javier Hernández, y quiso destacar, es “que hay que favorecer al agricultor a título principal o ATP”. Cree “que es ahí donde tienen que llegar las ayudas para impulsar la actividad de los jóvenes agricultores, ya que requieren de una inversión costosa, sobre todo, si no se dispone de una explotación adquirida o heredada y de maquinaria”. “Empezar en el negocio de la agricultura de la nada ahora mismo es inviable”, concluyó. 

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