La Compañía Nacional de Teatro Clásico representa en el Teatro Liceo la obra 'Donde hay agravios no hay celos', una adaptación de la original de Francisco Rojas Zorilla dirigida por Helena Pimenta, salmantina que está al frente de la CNTC. La primera función tuvo lugar este viernes y se repetirá el sábado a las 21:00 horas. Las entradas para poder disfrutar de este espectáculo tienen un precio de 15, 20 y 25 euros y están a la venta en la taquilla del Liceo, en la web www.entradas.com o en el teléfono 902 488 488

Esta obra es la favorita, con once candidaturas, para los próximos Premios Max de las Artes Escénicas, que se celebrarán el 18 de mayo. Aspira al premio a mejor espectáculo de teatro, mejor adaptación, mejor dirección de escena, diseño de espacio escénico, vestuario e iluminación. Además, Clara Sanchís y David Llorente compiten como mejor actor y actriz protagonista, y Natalia Millán, Marta Poveda y Fernando Sansegundo, como secundarios en estos galardones que concede la Fundación SGAE y que este año llegan a su XVIII edición.

Helena Pimenta es licenciada en Filología Moderna, Inglés y Francés por la Universidad de Salamanca. En 2011 fue nombrada directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Desde entonces ha dirigido: La vida es sueño de Calderón de la Barca (2012), La verdad sospechosa de Ruiz de Alarcón (2013) y Donde hay agravios no hay celos de Rojas Zorrilla (2014). A lo largo de su carrera ha obtenido numerosos reconocimientos y premios, entre los que destacan el Nacional de Teatro de 1993 por Sueño de una noche de verano. Una producción que ya había sido reconocida con numerosos galardones.

Pimenta ha asegurado que se trata de una comedia que, a pesar de considerarse como clásica, es extrapolable a nuestros días. Ha alabado, por ello, al autor de la versión y actor en la obra, Fernando Sansegundo, ya que para la directora "no hay nada más difícil que intervenir una comedia" debido a que el humor de cada época caduca pronto. También ha querido agradecer al resto del elenco, al que se ha referido con bonitas palabras como orgullo, extraordinario o delicia. 

El principal problema a la hora de adaptar la obra, más allá de traerla hasta el siglo XXI, ha sido precisamente la preparación de los personajes, muy profundos. Así, David Lorente ha afirmado entre risas la dificultad que entraña el que "alguien que hable tan raro llegue tanto al espectador con sus desgracias". Todos hacían referencia a este tema y a lo gracioso de la obra corroborado por el público que ya ha acudido a sesiones en otras ciudades. En ese sentido, Jesús Noguera ha animado a adolescentes y a jóvenes a que acudan a ver la obra y se despojen de los prejuicios que suponen unir al teatro clásico con solemnidad y pesadez. "Se lo van a pasar muy bien", ha concluido. 

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