Desde la Casa de Argentinos de Salamanca el rechazo hacia la propuesta es claro. Esta medida, según dicen, encuentra su origen en una serie de medidas de recortes hechas por el Gobierno, que finalmente "han decidido vigilar con lupa" a los inmigrantes. Han asegurado que esta posible ley traerá un sentimiento xenófobo a la población. El ejemplo que han querido mostrar es el de la propia Argentina, un país de inmigración, y han aludido de paso al orgullo que sienten por tener un Papa argentino que precisamente es hijo de inmigrantes.
Por su parte, la Asociación de Hondureños en Salamanca también comparte la actitud de antipatía ante la posible ley. Afirman que vienen aquí para trabajar, y que hay ciertas cosas que no tiene sentido que sepan, relacionadas con la Historia, y que posiblemente ni siquiera muchos españoles sepan. Ven la medida como una dificultad gratuita que no hace sino añadir trabas y complicaciones a la obtención de la nacionalidad.
Mientras, el colectivo de Ecuatorianos en Salamanca opina que no es necesario realizar un examen, y que los requisitos más lógicos para la concesión de la nacionalidad deberían estar basados en el estudio de antecedentes penales y en el motivo del deseo de asentamiento del inmigrante en cuestión.
Aunque no todas las opiniones son tan tajantes. La Asociación de Inmigrantes en Salamanca entiende la socialización y el diálogo como requisito indispensable para que por ejemplo un ciudadano marroquí pueda tomar parte en el país. Por lo tanto, consideran apropiada la propuesta del examen siempre y cuando tenga un nivel básico que ayude a esta integración.
Algunas organizaciones como Cáritas llevan a cabo proyectos para favorecer la integración de los inmigrantes sentando como base el diálogo y el respeto entre distintas culturas. Las actividades se centran en sensibilización, acogida, perspectiva desde el ámbito rural, como lugar de acogida y asesoramiento, y talleres.
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