El Salesianos es un equipo con mucho recorrido en el fútbol salmantino. Ahora no corren buenos tiempos para ello debido a la paulatina profesionalización del fútbol que deja a los clubes de los colegios malparados. La hierba artificial es un quimera para ellos y lo combaten con unos valores que, por encima del fútbol, les da el colegio. La vida y el fútbol nunca estuvieron tan unidos y canalizados en torno a un balón.

Los infantiles del club son buena prueba de ello. Después de unas muy buenas temporadas en el fútbol 7, el fútbol 11 se les ha atragantado en sus comienzos, aunque en la segunda vuelta están comenzando a despuntar. La última semana, sin ir más lejos, consiguieron una importante victoria ante el Vitigudino, situado en los puestos altos de la tabla. La adaptación a un nuevo esquema, un nuevo sistema y otras dimensiones del terreno de juego ha sido dura, como todos los comienzos, pero la satisfacción siempre es más grande cuando lo difícil se convierte en fácil.

En el juego, eso sí, no tienen nada que envidiar a ningún conjunto. A pesar del terreno de juego, pequeño y de tierra, el pase siempre está más presente que cualquier otro gesto técnico y en la mente de todos está sacar el balón jugado desde atrás. Lo consiguen en numerosas ocasiones creando oportunidades de gol que, sin embargo, no aciertan a rematar. Todo lo contrario que el equipo rival que, cuando mejor está el Salesianos, monta una contra para tirar por tierra lo realizado hasta el momento. Y de ese duro golpe es difícil levantarse.

En ello trabajan, entre otras cosas, en conseguir una mayor fortaleza mental para unos chicos jóvenes que todavía tienen mucho recorrido. Por eso, y por tratarse de un colegio, tienen claro en el conjunto que lo de menos son los resultados, aunque siempre ayuden. Lo importante es que se diviertan aprendiendo, formándose a través del fútbol en el propio deporte y en la vida misma. Y es que el deporte rey en España tiene mucho más de lo que se ve, tiene amistad y compañerismo, esfuerzo, sacrificio, constancia y compromiso.

Los chicos lo saben y trabajan duro en cada entrenamiento. En la mente de muchos seguro que está llegar, aunque sepan que es complicado. Del colegio, sin ir más lejos, han salido jugadores como Cristeto, Toti o Amis, el último, que ha llegado, de momento, al Real Madrid tras su paso por el Salmantino. Sin embargo, son excepciones que confirman la regla y la regla no es otra que todo lo que hagas sobre el rectángulo de juego en entrenamientos y partidos, te modelará la personalidad para llegar a ser lo que quieras ser.

Es la labor social que intentan realizar en Salesianos un grupo de aficionados que siguen pensando en el fútbol como esa manera de divertirse y educarse a través de un balón donde los resultados importan, claro que lo hacen, pero no hasta el punto de lo que se acaba viendo en los campos salmantinos. Una labor social ?admirable que se está perdiendo? y con la que tratan de convencer a los padres de los chicos año tras año para que no se pierda esta tradición. Este año, de momento, han conseguido sacar más equipos que en pasadas campañas.

La plantilla está formada por Daniel Bullón e Iván Aguilar (porteros); Álvaro, Óscar, Álex, Pablo, Guillermo y Javier (defensas); Rubén, Hugo, Alejandro Pisonero, Miguel y Alejandro de la Torre (centrocampistas); Álvaro Herrera, Alberto y Sami (delanteros); Alberto y Kako (entrenadores).

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