- Esto no se trata de una negociación, las condiciones están muy claras y el señor Hidalgo no nos puede echar la culpa de que no haya fútbol en Salamanca, que no nos eche encima a todo el mundo. La situación a la que se llega deriva de una gestión de años en la que él llegó a ser consejero delegado y por tanto responsable. Nosotros no hemos creado el problema y estamos impuestos para un proceso, para gestionar el concurso, nada más.
- Pero, ¿lo que quiere el señor Hidalgo es imposible?
- Se ha instado la subasta en estos términos para que se pudiera abonar la deuda a los futbolistas y no perder la categoría, si nadie acuda a la subasta y se pierden, pues Santas Pascuas. Nosotros tenemos la responsabilidad de defender a los acreedores y no de ser una ONG. El señor Hidalgo quiere hacer un negocio con el fútbol, no dárselo a Salamanca, es lo que no dice. Que diga la verdad, lo legítimo.
- ¿A qué obedece la tasación cuando los precedentes son más bajos?
- Los derechos son un activo intangible y se tasan según lo que se considera que valen a raíz de cómo se valoró en el informe que se realizó al comenzar el proceso concursal, nada más.
- Pues así parece que nada llegará a buen puerto y que ni convenio ni subasta…
- Yo quiero también que en Salamanca haya fútbol, claro que sí, pero no a toda costa. No se puede tener todo regalado, encima dejando tirada a la administración pública con una gran deuda. Él quiere hacer negocio, que yo lo veo normal, pero que no se coloque como el mecenas, seamos honestos, su idea es subir a Segunda y ganar dinero. Es que aquí la gente quiere pan y circo y lo demás importa un bledo, como si se transgrede la ley.
- Si no hay nadie que puje en la subasta, ¿carpetazo y fin?
- No daría tiempo a otra cosa aunque quisiéramos, se perderían los derechos federativos y no habría posibilidad de que se mantuviera la Segunda B.
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