Este viernes 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad cuya incidencia está creciendo de forma alarmante en todo el mundo. Concretamente, en España, el 13% de la población adulta padece diabetes tipo 2, lo que se traduce en más de cinco millones de personas, según el estudio Dia@bet.es, realizado por las principales instituciones relacionadas con la diabetes en nuestro país, como la Sociedad Española de Diabetes (SED) y Fundación para la Diabetes (FED). 

Existen dos variedades principales de esta patología, además de la gestacional, como explica la asesora médica de Cinfa, Aurora Garre: ?En el primero de ellos, la diabetes tipo 1, una reacción autoinmune provoca que las propias defensas ataquen a las células productoras de insulina del páncreas, la hormona que controla los niveles de glucosa en la sangre. Para compensar el déficit de esta sustancia, los afectados necesitan inyecciones diarias de insulina. En cambio, el organismo de quienes padecen diabetes tipo 2 -entre el 85% y el 90% de los casos-, sí puede producir insulina, pero no lo hace en cantidades suficientes o no responde a sus efectos. En general, no necesitan inyectarse esta hormona?, apunta. 

Ambas enfermedades afectan por igual a hombres y mujeres y pueden manifestarse en cualquier momento de la vida, aunque la diabetes tipo 1 suele aparecer con mayor frecuencia en la infancia o en la juventud, mientras que la de tipo 2 es más habitual a partir de los 40 años.

Riesgo de complicaciones graves

?En la diabetes se produce una concentración excesiva de azúcar en la sangre de los pacientes, por lo que si este exceso no se detecta y se controla, la glucosa acaba dañando los tejidos y causando disfunciones a largo plazo en los ojos, riñones, nervios, corazón y vasos sanguíneos, además de que puede derivar en complicaciones graves?, explica la experta. Por eso es tan importante detectar a tiempo los síntomas de esta enfermedad: debilidad y cansancio extremo, orinar con demasiada frecuencia, hambre constante, sed excesiva o una pérdida repentina de peso. De hecho, se estima que la mitad de esos 5 millones de diabéticos españoles, desconocía que padecían la enfermedad.

Sin embargo, como afirma la doctora Garre, ?al contrario de lo que se piensa, esta enfermedad puede ser prevenida. Los factores genéticos, autoinmunes y ambientales son cruciales en la diabetes tipo 1, pero la de tipo 2 está estrechamente vinculada a la obesidad, la hipertensión y la hipercolesterolemia. De hecho, el 80% de los casos de diabetes tipo 2 podrían ser evitados con una dieta sana y una mayor actividad física?, confirma. ?Y una vez se ha desarrollado la enfermedad -continúa-, el tratamiento que deben seguir las personas diabéticas se basa en cinco pilares: dieta, ejercicio físico, autocontrol analítico en el domicilio, comprimidos o insulina y educación en diabetes. Así mismo, en la vida diaria se deben tomar precauciones extra que mantendrán los niveles de glucosa dentro de la normalidad y minimizarán el riesgo de complicaciones?, concluye. 

Diez consejos para prevenir y convivir con la diabetes

1. Aliméntate equilibradamente. 
Una nutrición saludable y variada, gracias al  intercambio de alimentos, es necesaria para el control y tratamiento de esta dolencia, pero debe ser única y personalizada para cada paciente. Los alimentos ricos en fibra como pan integral, fruta natural con piel, y verduras frescas o cocidas son muy aconsejables, pues la fibra no se digiere, y enlentece el paso de la comida a través del estómago, disminuyendo la absorción de hidratos de carbono (azúcares). Por su parte, las proteínas, que podemos encontrar en carnes, pescados, huevos, queso o leche, son necesarias para el  crecimiento del cuerpo y la reparación de los tejidos. Por último, hay que moderar el consumo de grasas y prevenir la elevación del colesterol en la sangre. 

2. Precaución con el azúcar. 
Para una persona diabética es fundamental limitar al máximo la cantidad ingerida de azúcares simples, es decir, los que se absorben rápidamente por el intestino, lo que provoca subidas rápidas de la glucemia. Sí está permitido el consumo diario de algunos azúcares de este tipo como frutas frescas, leche o algunos derivados lácteos, mientras que otros son de consumo muy eventual: azúcares refinados, miel, dulces (caramelos, turrones?), pasteles o  repostería en general.

3. Modera el consumo de alcohol. 
Tanto el alcohol como el tabaco son hábitos perjudiciales para la salud, y en el caso de los diabéticos pueden provocar la aparición de complicaciones cardiovasculares, neurológicas y renales. Así, deben evitar las bebidas que tienen alcohol y alto contenido en azúcar como cerveza, vinos dulces, sidras dulces o licores. Sí se pueden tomar, con moderación, las que tienen baja cantidad de azúcar: whisky, vinos y jerez secos y sidra natural.

4. Sigue un horario de comidas lo más regular posible. 
Es importante realizar las comidas siempre a la misma hora, pues contribuye a un mejor control diabético. Además, hacer 5 comidas diarias (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) ayuda a mantener el equilibrio de los niveles de glucosa en sangre. 

5. Vigila tu peso.
Es muy importante evitar el exceso de peso y, especialmente los diabéticos obesos, deben intentar perderlo mediante la limitación de la cantidad de calorías que consumen al día.

6. Realiza ejercicio físico habitualmente. 
Para cualquier persona, la práctica de deporte conlleva varios beneficios: reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, control del peso y la tensión arterial, mejora de la fuerza y elasticidad del cuerpo, más bienestar psíquico y menos estrés. Además, para las personas diabéticas el ejercicio regular favorece la disminución de glucemia, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a perder peso.

7. Cuidados de los pies. 
Es fundamental examinarse los pies con regularidad para evitar la aparición de erosiones, infecciones y, en último término, gangrena, que puede conducir a la amputación. De hecho, las personas con diabetes corren un riesgo de amputación veinticinco veces mayor que el de una persona sana. El cuidado de estas extremidades incluye la higiene -lavarlos diariamente con agua templada y cortarse las uñas con cuidado-; el calzado ?zapatos cómodos mejor que zapatillas estrechas y calcetines que no aprieten-; y evitar caminar descalzos, también dentro de casa.

8. Acude a revisiones oftalmológicas periódicas.
Los pacientes diabéticos deben comprobar de manera periódica el estado de su retina con exploraciones y exámenes del fondo del ojo, con el fin de detectar de manera precoz la retinopatía diabética, que es la primera causa de ceguera en el mundo occidental.

9. Controla regularmente tus niveles de glucosa/glucemia.
Los autoanálisis (análisis a uno mismo) realizados en cualquier momento del día aportan a los diabéticos información sobre su nivel de glucemia, lo que permite el autocontrol de la enfermedad, basado en aplicar las correcciones en la dieta, en la dosis de insulina o en el ejercicio que deben practicar. Además, mantener los niveles en parámetros normales puede retrasar o prevenir las complicaciones renales y cardiovasculares. 

10. Tratamiento farmacológico. 
La medicación es un complemento para aumentar el efecto de la alimentación y del ejercicio; así, la insulina es la base farmacológica en la diabetes tipo 1, y distintos fármacos orales y/o insulina lo son en la diabetes tipo 2. Conocer bien el tratamiento y cómo cumplirlo permitirá un mejor control de la diabetes.

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