Durante el verano, aprovechando las transacciones comerciales con motivo de las vacaciones, otro tipo de estafa virtual se centra en el alquiler de viviendas y apartamentos en la costa. Los estafadores publican anuncios, acompañados de fotografías con alta calidad, en webs de compraventa de segunda mano. Cuando las víctimas contactan por email o teléfono con ellos, acuerdan el ingreso en una cuenta bancaria del precio del efecto ofertado, pero la víctima nunca recibe el artículo por el cual han pagado.
Los anuncios los realizan en tandas creadas desde una misma dirección IP de forma que no se puedan rastrear y proporcionan una cuenta bancaria independiente para que los compradores hagan los ingresos, que previamente han abierto en diferentes entidades bajo identidades falsas.
En otras ocasiones, acuerdan con los compradores el abono del producto mediante un giro postal. La víctima realizaba un depósito de la cantidad acordada en una oficina de Correos y envía una fotografía del recibo del depósito realizado. Tras ello, uno de los estafadores, tras falsificar dicha documentación y usurpando la identidad del perjudicado, se dirige a una oficina de Correos para anular el giro que éste ha efectuado y así conseguir que le reintegren el dinero.
De forma similar, publican en las páginas webs de alquiler de viviendas anuncios de pisos muy atractivos a precios irrisorios con fotos reales obtenidas en distintos lugares de Internet. Cuando el posible cliente ve el anuncio y quiere ponerse en contacto con el propietario, sólo le ofrecen la posibilidad de hacerlo por correo electrónico, a través del cual acuerdan el ingreso en una cuenta bancaria del precio del inmueble. Una vez practicado el ingreso los perjudicados se presentan en la vivienda alquilada, en varios casos incluso en Holanda o Alemania, y comprueban que han sido estafados..
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